Nadie puede negar que la tecnología ha invadido nuestra vida cotidiana. Estamos muy acostumbrados al uso diario de teléfonos celulares, wi-fi y anuncios digitales. La novedad es que hoy en día los avances tecnológicos llegan a jugar un papel importante hasta en las relaciones familiares y la distribución de bienes en caso de divorcio.
Según la legislación tradicional (la cual mantiene los mismos establecimientos principales independientemente del país), en caso de divorcio a cada uno de los cónyuges le corresponde la mitad de los bienes adquiridos durante su matrimonio. Eso es lo más común, al menos que se tenga un contrato de matrimonio o algún otro medio de llegar a un acuerdo.
Claro que no se está hablando de dividir los bienes fisicamente a la mitad, aunque existen casos cuando eso realmente sucede (un video popular de YouTube muestra a un hombre literalmente cortando los muebles, la televisión y hasta el coche a la mitad, solo para molestar a su ex esposa:
No obstante, las peleas de divorcio son más que reales, y cuando se trata de dinero, hasta por unos centavos llega a haber grandes batallas.
Obviamente, un abogado de divorcios debe estar muy bien preparado para asegurar que el proceso se resuelva a favor de su cliente, pero parece que el conocimiento jurídico ya no será suficiente para lograr el resultado deseado. Hoy para entender las formas más sofisticadas de ocultar activos que permite la tecnología moderna, el abogado se tiene que actualizar en las cuestiones técnicas, o nunca sabrá adónde se fue el dinero, ni siquiera si éste existía.
Bitcoin y DarkNet en el proceso de divorcio: juguemos al escondite?
Seguramente ya habrá oi?do de una nueva divisa electrónica, llamada Bitcoin. Es una moneda descentralizada (nadie la controla), segura (protegida con un serio sistema criptográfico), su precio tiende a subir y es reconocida en Europa como una divisa real. Además de lo mencionado, la criptomoneda le ofrece un alto nivel de privacidad: es muy difícil identificar al titular de una cuenta de bitcoins debido a su sistema de seguridad.
Últimamente varias organizaciones internacionales han querido obligar a los proveedores de servicios y bienes que aceptan transacciones en bitcoins a revelar los datos personales de sus clientes, a registrar las transacciones etc. Parece que el anonimato está siendo amenazado.
Pero no hay que preocuparse, siempre habrá opciones. En este caso la salida la ofrece la llamada «DarkNet». Es un segmento oculto de la red global, «más abajo» del Internet que conocemos (World Wide Web), un espacio enorme de comunicación, inaccesible para navegadores comunes, que no se rige por ninguna organización ni reglamentos. En la DarkNet se maneja la comunicación criminal, venta de drogas y armas y muchas otras actividades ilegales, todo esto con la ventaja del anonimato y sin posibilidad de ser rastreado.
Ahora bien, si Usted ya quiere ingresar a este «mundo oscuro», no se emocione mucho: es necesario ser un experto en el sistema, entender todos los riesgos y no confiar en un antivirus común y corriente. Se sabe que los datos de usuarios novatos se hackean rápidamente.
Es cierto que actualmente existen algunas «ventanas» por las que podemos asomarnos al espacio oculto, como, por ejemplo, el navegador famoso TOR, pero sigue siendo algo complicado. Por otro lado, si para proteger sus activos la gente está dispuesta a usar unos esquemas complejos de crear empresas offshore, trusts y otros, ¿le asustará navegar por la DarkNet? Aunque Google no provee instructivos, se pueden conseguir si uno lo desea. Y entonces la situación con la distribución de bienes en un divorcio puede tomar otro rumbo. Como vimos, la DarkNet permite llevar a cabo las transacciones de dinero de forma anónima, de este modo la contraparte (esposa/esposo) no se entera que su pareja haya tenido unos ingresos extra del otro lado de la red global.
Otro escenario posible es que alguna transferencia «se pierda» en las profundidades de la red oscura. Aprovechándose de las características peculiares de bitcoin, uno tiene el acceso exclusivo a sus fondos, sin la clave privada el monedero y su contenido no se pueden usar, es como si no existieran. Con el monedero instalado en una computadora personal, restringir el acceso a los fondos es de lo más fácil: se le olvidó la contraseña, dejó de funcionar el disco duro, los hackers atacaron y extrajeron toda la información, se gastó el dinero en algún servicio, pero no se sabe a quién se pago?, etc. Hay tantas formas de proceder y todas son reales.
Un abogado que no esté familiarizado con las oportunidades que ofrece la tecnología moderna, no sabrá que hacer y tendrá que aceptar su derrota. Otros podrán saber de que se trata y querrán iniciar una investigación. Esta consumirá tiempo, dinero y esfuerzo de otros profesionales, pero por lo menos habrá posibilidad de recuperar los activos.
Ahora bien, si se combinan los medios electrónicos y «físicos» (desde una empresa offshore hasta un simple contrato de matrimonio bien redactado), las posibilidades de proteger los bienes en un divorcio aumentan considerablemente.
Aunque la forma más segura de proteger sus activos sigue siendo ocultándolos de su pareja, ya que es mucho más fácil esconder lo que «no existe».
En este caso el anonimato propio de la red oscura se complementa con el mismo en la vida real. Si nadie sabe de sus transacciones de bitcoins en la DarkNet, no habrá cuestionamientos.
Está claro que Bitcoin y DarkNet se pueden aprovechar como medios alternativos de protección de sus bienes. Son bastante efectivos, garantizan un alto nivel de anonimato, pero también son muy complejos y hasta pueden ser peligrosos, ya que no existe ningún registro fiel de lo que realmente sucede en el territorio oculto de la red.
Y Usted que elegiría para proteger sus bienes en un divorcio: ¿crear un trust o convertir todos sus fondos a bitcoins a través de la DarkNet?
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