Recientemente Francia publicó su listado de los países que reconoce como paraísos fiscales. Entre los 17, apareció Guatemala, y tras esto se ha generado cierto revuelo sobre las distintas versiones de por qué este país centroamericano fue incluido en una “lista de paraísos fiscales” del gobierno galo.
El principal motivo parece ser la falta de acuerdos firmados para el intercambio de información fiscal con otras naciones.
Por el momento, en mayo de 2012 se suscribieron siete acuerdos de intercambio de información en materia bilateral con los países nórdicos (Noruega, Suecia, Finlandia, Islandia, Dinamarca, Groenlandia e Islas Feroe) y en diciembre pasado Guatemala suscribió la Convención de Asistencia Administrativa Mutua en Materia Tributaria, de la cual Francia es parte.
Hasta ahora, lo que no ha llegado es una ley que flexibilice el secreto bancario, por lo que no existe todavía una normativa que permita a las autoridades fiscales del país acceder a la información bancaria de los contribuyentes.
Guatemala figura en el número 42 en la lista de «jurisdicciones opacas». Todo este panorama, ha hecho que Guatemala salte diciendo que van a legislar para hacer frente a la evasión fiscal.
Pero ¿qué sucede? Que en un país como Guatemala, donde la institucionalidad es tan frágil, pensar en una ley que utilizan países altamente desarrollados con instituciones fuertes, podría no ser la solución en estos momentos para enfrentar el problema de la evasión fiscal.
Aprobar una ley que disponga combatir el secreto bancario no debe aprobarse por presión internacional de expertos que, posiblemente ni siquiera han estado en Guatemala. Hasta el momento no se ha demostrado que por la existencia del secreto bancario en el país centroamericano exista una baja recaudación fiscal. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que la legislación guatemalteca no permite la utilización de cuentas cifradas.
En la legislación también se establece claramente que si la autoridad investigadora, que conforme a la Constitución Política de la República es el Ministerio Público, requiere cualquier información bancaria de un ciudadano o empresa, puede obtenerla con orden de un juez competente. Así que, bueno, debemos tener en cuenta que el secreto bancario no funciona en términos absolutos como en otros países.
Yo creo que debemos entender que el Gobierno de Francia incluyó en la lista gris a Guatemala, por falta de transparencia en materia fiscal, pero por ello no considero que el país sea un paraíso fiscal.
Un paraíso fiscal se entiende como aquella nación o territorio donde, para atraer inversión extranjera, existe una ausencia de impuestos o bien que los mismos sean mínimos y que ello constituye un eficaz incentivo para la atracción de capitales extranjeros.
Si Guatemala fuese un paraíso fiscal, tendríamos gran cantidad de inversiones extranjeras, pero sabemos que ello no es así, ya que debido a la inestabilidad fiscal y aumentos constantes de tarifas, éstas se ven ahuyentadas o bien desalentadas. Ahora bien, todo sea dicho, Guatemala es un país con una baja presión fiscal, y los empresarios guatemaltecos pagan cantidades insignificantes en concepto de Impuesto sobre la Renta.
Por: Marta Walnut
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