La planificación patrimonial es un tema delicado para muchas familias. Administrar una gran cantidad de activos y garantizar que las generaciones futuras estén protegidas puede presentar serios desafíos. Uno de ellos es seleccionar al fiduciario adecuado.
En muchos casos, la planificación patrimonial implica el uso de fideicomisos, al establecer uno, es necesario considerar y dar respuesta a una serie de interrogantes. Debe determinarse desde el propósito del fideicomiso y los activos que tendrá, hasta si será uno nacional o internacional y si es necesario usar un fideicomisario familiar o corporativo.
Hoy, vamos a compartir nuestros conocimientos relacionados con el último punto, la elección del fideicomisario. Si bien no somos asesores legales, este tema es recurrente con nuestros clientes, por lo que decidimos compartir algunas de nuestras experiencias y observaciones que podrían ser útiles al evaluar sus posibilidades.
En la mayoría de los casos, si se trata de un fideicomiso creado por su propia voluntad, usted es libre de designar a cualquier persona como administrador. Dependiendo de sus intenciones y el propósito del fideicomiso, puede elegir uno corporativo o uno individual. Para tomar la decisión más conveniente para usted, debe considerar y evaluar cuidadosamente los problemas que pueden surgir cuando el control y distribución del fideicomiso yacen exclusivamente en los beneficiarios.
Estos problemas dependerán de las posibles tensiones familiares, la naturaleza de los activos del fideicomiso, así como la ubicación y la complejidad de los activos. Las necesidades pueden ser diferentes si el fideicomiso solamente está destinado a consolidar activos para herencia, o si está destinado a proporcionar protección de activos. También es importante considerar si los activos son nacionales, o si se mantienen internacionalmente, en estructuras más complejas.
Asimismo, es crucial tener en cuenta que el papel de un fideicomisario es principalmente un trabajo administrativo, comparable a la gestión de una pequeña empresa. Requiere un registro muy preciso de todas las transacciones, informes contables regulares y un estricto cumplimiento de los plazos críticos. Incluso, requiere una atención meticulosa, el cumplimiento de los requisitos reglamentarios y un seguimiento cuidadoso de los cambios y desarrollos relevantes. Además, el administrador debe representar el fideicomiso en todos los procedimientos legales, en caso de que surjan.
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Un fideicomisario individual puede ser un cónyuge, un hijo u otro pariente, o incluso un amigo de la familia. El principal beneficio de elegir a dicho administrador de entre su círculo de familiares y amigos cercanos, es que éste probablemente tendrá un conocimiento personal de sus deseos y sus objetivos originales al establecer el fideicomiso y también será consciente de las circunstancias cambiantes de las personas que usted originalmente quería beneficiar.
Sin embargo, si bien los miembros de la familia y los amigos generalmente tienen buenas intenciones, es posible que no siempre sean los mejores administradores, ya que la carga con la que terminan lidiando podría ser mucho mayor de lo previsto originalmente.
ebe determinarse desde el propósito del fideicomiso y los activos que tendrá, hasta si será uno nacional o internacional y si es necesario usar un fideicomisario familiar o corporativo.
Es más probable que surjan fricciones internas y conflictos cuando un miembro de la familia o un amigo es designado como fideicomisario. Otros miembros familiares pueden sentir que está a cargo la persona equivocada, no estar de acuerdo con las decisiones tomadas y tratar de influir en el administrador, o bien pueden surgir conflictos de intereses. En última instancia, el fideicomisario individual puede terminar en una posición incómoda con respecto a las partes interesadas.
Cuando se trata de costos, designar a un familiar o amigo como el administrador tiende a ser más económico. Sin embargo, tenga en cuenta que un fideicomisario individual puede carecer del conocimiento y la experiencia necesarios para desenvolverse en un sistema legal en evolución y para administrar adecuadamente el fideicomiso durante un período prolongado de tiempo, lo que puede resultar en gastos adicionales por el asesoramiento de expertos externos.
Por otro lado, el uso de un fideicomisario corporativo podría aliviar algunos de estos problemas. Usualmente, el administrador corporativo poseerá una especialización en gestión de fideicomisos y tendrá la experiencia y los conocimientos internos necesarios para gestionar todos los aspectos de su función durante el plazo de duración del fideicomiso, que a menudo puede ser multi-generacional. Así mismo, contará con los recursos para administrar y sortear problemas complejos.
Además, con toda probabilidad, no tendrá una relación previa con los miembros de su familia. Como resultado, los fideicomisarios corporativos pueden mantener una relación más objetiva con sus beneficiarios, cumpliendo sus deseos e intenciones como usted los había proyectado originalmente. Finalmente, dependiendo de la jurisdicción del fiduciario corporativo, es probable que estén regulados y, por lo tanto, usted puede tener más seguridad de que cumplirán con las instrucciones del fideicomiso y los acuerdos relacionados.
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La principal desventaja de un fideicomisario corporativo, en comparación con uno individual, puede ser los mayores gastos asociados. Para que esta opción sea eficiente, debe comprender claramente su estructura de tarifas y negociar los términos que considere que brindan el equilibrio adecuado entre costos y beneficios. Además, antes de elegir un fideicomisario corporativo, debe realizar una investigación exhaustiva sobre la compañía que lo administrará y obtener una imagen clara de cómo funciona esta organización para así determinar si usted y sus beneficiarios estarán conformes con dicha institución.
Cada situación es única y no existe una sola respuesta cuando se trata de la elección del administrador. El hecho de que un fideicomisario individual, uno corporativo, o incluso, una combinación de ambos, le convenga más o no, dependerá de los objetivos que usted haya establecido y de las circunstancias particulares de sus beneficiarios.
Finalmente, independientemente de a quién seleccione como fideicomisario, tenga en cuenta que las circunstancias de todos los beneficiarios con certeza cambiarán. Por lo tanto, desarrollar una relación armoniosa con el administrador elegido y mantenerlo informado sobre eventos y progresos relevantes garantizará que el fideicomiso pueda apoyar a sus beneficiarios en un momento de necesidad, y al mismo tiempo alcanzar los objetivos planteados a largo plazo.
Si usted desea asesoría sobre la creación de fideicomisos, póngase en contacto con Mundo Offshore. Nuestros expertos estarán encantados de ayudarle.