De qué debemos cuidarnos a la hora de establecer un fideicomiso

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En esta ocasión, Mundo Offshore hablará sobre las inseguridades que pueden surgir a ante la creación de un trust o fideicomiso internacional.

1. Posible engaño a los socios fundadores o a los beneficiarios

Este es un temor general, relativo tanto a la preparación del acuerdo de confianza como a la relación con el propio trust.

Desafortunadamente, el engaño se ha convertido en parte de nuestra vida y podemos esperarlo por parte de vendedores, periodistas, políticos, socios, clientes, amigos e incluso familiares. Concebimos algunos engaños como inevitables y aprendemos a convivir con ellos sin prestarles demasiada atención; otros, por el contrario, nos irritan o preocupan enormemente.

Es importante comprender la importancia de ese miedo, pues éste representa todo lo opuesto a nuestra seguridad. Para reducir este temor, se debe configurar el trust de modo que, si bien la desconfianza no desaparezca en absoluto, sí le permita contemplar la situación con cierta calma. Para conseguirlo, se debe elaborar el acuerdo de fideicomiso de manera correcta y llevar a cabo las modificaciones necesarias.

Aunque una persona disponga de suficiente dinero en efectivo o capital en su cuenta, y a pesar de no tener queja de autoridad fiscal alguna, siempre existe una amenaza potencial.

¿Necesita un fideicomiso offshore para su ahorro? Por supuesto que sí, y lo necesita desde ahora, aunque no haya exigencias tributarias sobre usted.

Puede crear un trust, transferirle dinero y pedir a la compañía fiduciaria que cree un nuevo fideicomiso a los 6 meses para, posteriormente, transferir allí todos los fondos, dejando  «vacío» el antiguo trust.

Se puede emplear el nuevo fideicomiso para invertir en un proyecto y designar a sus hijos o a otras personas como beneficiarios. Sobre el papel parece sencillo, pero en la práctica no se trata de un simple añadido al acuerdo, sino que se debe alcanzar un acuerdo con la compañía fiduciaria bajo estas condiciones, y reelaborar las anteriores. En este punto es importante de qué lado esté el experto que realiza el acuerdo de fideicomiso, en el suyo o en el del trust.

A fin de evitar engaños, se debe redactar un acuerdo de fideicomiso que permita reemplazar rápidamente el trust; es recomendable disponer inmediatamente de una compañía de repuesto y contar con la confianza de que ésta podrá administrar el trust de manera efectiva. Hay que tener la capacidad de cambiar rápidamente el nombre y jurisdicción del fideicomiso, y otorgar a un tercero, que ejerza de protector, la posibilidad de tomar el control sobre las acciones del fideicomiso.

2. Miedo a perder el control sobre sus activos

El control es lo que nos proporciona la tranquilidad. A muchas personas no les gusta cuando otras ponen las manos sobre sus cosas, incluso pueden reaccionar de modo agresivo. Lo mismo ocurre con los activos, propiedad personal del fundador que han sido obtenidas gracias a su esfuerzo y arduo trabajo.

De todos modos, cabe recordar la razón por la que transferimos la gestión de nuestros activos: no perdemos el control, sino que lo transferimos. En primer lugar, se hace para que sus activos puedan seguir funcionando y emplearse para procurar su seguridad y la de sus seres queridos en caso de que a usted le ocurra algún imprevisto.

Recuerde, el trust es la concesión de la tenencia. Esta sensación de perder la propiedad es la que hace surgir el miedo. Hay que observarlo desde otro punto de vista: la transferencia de su propiedad a la compañía fiduciaria solo garantiza una mayor seguridad de sus activos ante cualquier problema.

Por supuesto, hay posibilidades de retener el control; por ejemplo, designarse a uno mismo como protector con amplios poderes. Sin embargo, existe un precedente en el Tribunal Superior de Justicia de Londres, en el que no hubo un pronunciamiento a favor de este tipo de propiedad.

Si conoce bien el mercado de valores, puede ejercer de administrador de sus activos en el trust y percibir una remuneración por ello. Así mismo, podrá actuar como asesor de una empresa fiduciaria, así como detentar distintos poderes. Por cierto, usted podrá presentarse como asesor  de una empresa de inversión y no como el de una empresa fiduciaria, pero esto ya es un tema de la imagen externa del trust.

3.  Miedo a no entender correctamente el sentido de las disposiciones del trust

Leer todas las disposiciones de un trust puede hacer que acabe doliéndole la cabeza. Es  necesario recibir una explicación clara acerca de cualquier punto que le genere dudas. En la práctica nosotros solemos eliminar algunas disposiciones en favor del cliente, siempre y cuando esto no cambie el significado y la estructura del acuerdo.

Puede crear un trust, transferirle dinero y pedir a la compañía fiduciaria que cree un nuevo fideicomiso a los 6 meses para, posteriormente, transferir allí todos los fondos, dejando  «vacío» el antiguo trust.

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4. Miedo a que el trust tenga demasiadas atribuciones

A juzgar por el trust discrecional, una compañía fiduciaria tiene mucha autoridad. Sin embargo, es necesario comprender que el negocio de una compañía fiduciaria es administrar los fideicomisos de los clientes. La gestión de activos no es solo mantener activos, sino llevar a cabo los pertinentes esfuerzos para aumentarlos y conservarlos. Naturalmente, una compañía fiduciaria necesita involucrar a terceros para administrar varios activos.

Por ejemplo, si el fideicomiso incluye un hotel, se necesitará una compañía administradora que sepa cómo sacar rendimiento a un hotel, atraer clientes, firmar acuerdos de suministro y contratos con servicios públicos, obtener licencias y mucho más.

Si un fideicomiso contiene valores, se debe comprender si se requiere de un banco custodio, cuentas broker, asesores y qué derechos y poderes hay que otorgar a cada participante.

Si el trust solo contiene dinero, se debe invertir en proyectos que minimicen los efectos de la inflación y generen rentabilidad. Puede tratarse de una inversión en el sector vinícola a largo plazo con un rendimiento del 5 al 7 %, o bien de una inversión en varios proyectos internacionales. Para este tipo de proyectos, a veces es necesario crear un gran grupo financiero y luego el trust puede llevar a cabo una recaudación de varios fideicomisos para obtener el máximo beneficio.

5.  Temor al enjuiciamiento u otro tipo de acciones por parte del estado, acreedores, etc.

Es necesario identificar primero las amenazas y crear barreras insuperables con la ayuda del trust.  A todos los obstáculos mencionados se les puede atribuir un añadido al fideicomiso, según el cual la compañía fiduciaria iniciará ciertas acciones en caso de producirse un evento determinado. En el acuerdo de fideicomiso deben identificarse estos sucesos de manera precisa e inequívoca, e indicarse la duración de la respuesta y el orden de las acciones a emprender. En este caso, el administrador discrecional del trust le permitirá actuar de manera rápida y eficiente.

Probablemente, no hayamos cubierto todos los miedos e inseguridades que puedan generar los fideicomisos internacionales, pero quizá pueda contemplar los trust con más calma de ahora en más.

 

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