El nivel de desarrollo económico de Georgia supera al de otros países del espacio postsoviético. El camino de reformas que tomó el gobierno en la década de los 90 permitió que su economía, hundida tras la desintegración de la Unión Soviética, haya alcanzado cotas que algunos países desarrollados no verán en varios años. A finales del 2018, Georgia ocupaba el sexto lugar en la clasificación mundial de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial y el séptimo en el ranking de libertad económica. La exitosa atracción de inversión internacional, el desarrollo industrial, los incentivos comerciales y los bajos impuestos contribuyen positivamente al desarrollo económico del país. Para aquellos inversores que quieren evaluar la viabilidad de una inversión en Georgia, describiremos cómo se desarrolló la economía del país luego de la separación de la Unión Soviética.
La economía de Georgia tras la caída de la Unión Soviética. Los indicadores más bajos del espacio postsoviético.
Desde la independencia de Georgia hasta el 1994, la economía del país sufrió una grave crisis. La inestable situación política, la guerra civil y el intenso proceso de transformación sistémica de la economía estatal redujeron la economía de Georgia en un 56 % en 1992 y un 25% en 1993. Veamos algunos datos de esta crítica situación:
- El PIB se redujo en un 70 %.
- El nivel de producción industrial se redujo en un 80 %.
- Los niveles de producción agrícola bajaron un 15 %.
- Las inversiones de capital representaban el 2,8 %.
- La deuda externa excedía el nivel del PIB.
- Hiperinflación: en 1992, del 900 %; en 1993, del 8400 %.
- Georgia sufrió la pérdida de su mercado internacional (principalmente, debido al decreto presidencial que prohibía el comercio con Rusia).
La escasez de materias primas debida a la pérdida de las relaciones comerciales con los antiguos países de la Unión Soviética, hizo que la industria georgiana trabajara a perdidas. Las inversiones en las empresas no llegaban, no había sitio para colocar la producción y las empresas no cubrían sus costes. Por todo ello, la producción de algunos productos se redujo en casi un 100%. La crisis también afectó a la esfera energética, directamente relacionada con la industria: la producción de electricidad y petróleo cayó casi a la mitad y la producción de carbón se redujo 30 veces. Además, a causa de la pérdida del nicho de venta, el sector de la agricultura comenzó a centrarse en el comprador interno, lo que hizo que la producción previamente dominante en la industria, la elaboración de té y vino, se redujera varias veces.
La crisis económica de Georgia afectó directamente a la población. El nivel de vida cayó rápidamente: casi toda la población del país se encontraba por debajo del umbral de pobreza, la crisis industrial trajo un aumento del desempleo hasta alcanzar el 20 % y los salarios se redujeron 10 veces, lo que posibilitaba únicamente la adquisición de alimentos básicos. Además, comenzó una emigración masiva de la población hacia Rusia y hacia países europeos (según los datos oficiales alrededor de 1 millón de personas abandonaron el país en ese periodo).
Naturalmente, el sector financiero de Georgia se encontraba en un estado crítico. El déficit desde la independencia del país hasta 1993 aumentó de un 34 % del PIB hasta un 80 %. La deuda se cubría con préstamos externos.
Sin embargo, en el contexto de aquel lamentable estado de la economía de Georgia entre 1991 y 1994, se pudieron apreciar los siguientes cambios positivos:
- comienzo de la formación de las relaciones básicas de mercado;
- privatización de la tierra;
- privatización de la vivienda;
- liberalización del comercio y los precios.
La crisis económica de Georgia afectó directamente a la población. El nivel de vida cayó rápidamente: casi toda la población del país se encontraba por debajo del umbral de pobreza
El principio de la recuperación de la economía georgiana
Desde 1994, la economía de Georgia comenzó a despertar con lentitud pero de manera sólida. En el país comenzó a apreciarse una estabilidad política: se adoptó una nueva constitución y tuvieron lugar elecciones parlamentarias y presidenciales. A partir de este año comenzó la superación de la crisis económica. El primer paso fue negociar con el FMI la financiación necesaria para la transformación de la economía. El programa integrado propuesto por el gobierno para hacer frente a la crisis dio resultado: a finales de año, el FMI aprobó el primer tramo de crédito para Georgia.
En verano de 1994 se aprobó un exitoso programa para superar la hiperinflación, gracias al cual en 1995 la tasa de inflación se redujo del 68 % al 3,9 % mensual. El programa perseguía los siguientes objetivos:
- El banco nacional de Georgia dejaría de financiar los gastos presupuestarios.
- Se debían reducir los subsidios del presupuesto del país.
- A los bancos comerciales se les bloquearía el acceso a los recursos crediticios del Banco Nacional de Georgia.
El programa para hacer frente a la crisis en Georgia fue el inicio de la reforma económica. Gracias a esta reforma se logró:
- liberalizar el comercio exterior;
- eliminar las medidas de control no arancelarias de importaciones y exportaciones;
- mitigar las medidas impositivas al comercio exterior;
- establecer mecanismos legales para regular la privatización, las cuestiones relativas a la bancarrota, el sistema accionarial y el cumplimiento de las normas del derecho contractual.
En el periodo comprendido entre 1994 y 2000 se aprobaron varios proyectos de ley importantes en el país, entre ellos:
- el reglamento tributario,
- el reglamento de aduanas,
- la ley sobre el emprendimiento,
- la ley sobre actividades de inversión,
- la ley de protección del consumidor,
- la ley sobre el monopolio y la competencia,
- la ley del alquiler.
En este período comenzó el proceso de privatización y la transformación de las empresas públicas en sociedades anónimas. Con ese fin, el gobierno aprobó unas 30 resoluciones y reglamentos. El programa de privatización afectó al 80 % de los ciudadanos georgianos, siendo el restante 20 % población no residente. El programa trajo los resultados deseados: a principios de la década de los años 2000 se privatizaron cerca de 10 000 pequeñas y medianas empresas que anteriormente habían pertenecido al estado. La mayor parte eran instituciones de servicio y comercio.
El proceso de privatización afectó a:
- La fábrica de cerveza de Tbilisi, la sociedad anónima «Bagrationi» y la cristalera «Mina», cuyos propietarios pasaron a ser inversores no residentes;
- 19 centrales hidroeléctricas pequeñas;
- 214 instalaciones industriales;
- 300 explotaciones agrícolas;
- 505 instalaciones sanitarias;
- 220 compañías de construcción.
En 6 años se llegó a una estabilización de la moneda nacional. La moneda temporal era un cupón que fue reemplazado en 1995 por el lari. Hasta ese año se podía comprar un dólar norteamericano por 900 000 cupones. La moneda nacional era todavía más cara para la población; el lari equivalía a un millón de cupones, con un tipo de cambio entre el dólar y la moneda georgiana de 1/1,3. A través de la venta de moneda nacional (principalmente por dólares y rublos) el banco nacional de Georgia aumentó su reserva de divisas en un 218 % en este periodo
Los reconfortantes resultados de la economía georgiana a principios de la década de los 2000
Desde su independencia hasta la década de los 2000, la economía de Georgia experimentó tres períodos: una recesión crítica, un punto de inflexión y una estabilización exitosa. Desde que salió de la URSS, el país se enfrentó a serios problemas en lo que sería la mayor crisis de los países del espacio postsoviético. Al comprender que el agravamiento continuo de la situación conducía inevitablemente a la destrucción del país, el gobierno se vio obligado a emprender un proceso de reformas que dio grandes resultados en 6 años. La estrategia de desarrollo de la economía georgiana y la ayuda monetaria del FMI, Japón, Alemania y los EE. UU. ayudaron al país a alcanzar los siguientes resultados:
- creación de 200 000 nuevos puestos de trabajo;
- fin de la hiperinflación;
- registro de más de 30 000 empresas privadas;
- introducción de la moneda nacional, el lari;
- comienzo de los preparativos para la adhesión a la OMC;
- firma de un acuerdo para el transporte de petróleo a través del territorio nacional;
- aprobación de una serie de proyectos de ley estratégicos.
Sectores económicos como la agricultura y la industria comenzaron a desarrollarse con éxito. A través de la creación de casi 400 cooperativas, 120 sociedades anónimas y la transferencia gratuita de propiedad privada consistente en 715 000 hectáreas de tierra, la actividad económica agrícola creció con fuerza. El área de cultivo de cereales creció un 20 % y un 100 % las zonas de vegetales y girasol. En 1995 el 80 % de la producción estaba en manos del sector privado y el crecimiento de la producción era prácticamente del 20 % (a pesar de la sequía, la falta de semillas, fertilizantes y financiación). La industria del té, que prácticamente había dejado de existir, se restableció a partir de 1995 mediante inversión extranjera, gracias a lo cual se logró cuadruplicar los volúmenes de producción. El sector industrial, a su vez, aumentó su producción hasta los mil millones de dólares estadounidenses.
El crecimiento de la producción agrícola afectó al crecimiento del Producto Interior Bruto, que alcanzaba un 3,3 %. En los años siguientes, el PIB siguió creciendo con fuerza:
- En 1996, aumentó un 43,5 % con respecto al año anterior;
- en 1997 aumentó un 11 %;
- en 1998, el aumento fue del 2,6 %.
El fuerte crecimiento de la economía de Georgia en la década de 1990 fue solo el comienzo de un camino que ha llevado al país hasta los indicadores que presenta el día de hoy. La estrategia elaborada en aquellos años se convirtió en la razón por la cual, hoy en día, los inversores internacionales tienen cada vez más en cuenta a Georgia.