1. China comienza ‘fuerte’ las negociaciones de la Fase 2
Una vez firmado el acuerdo comercial de Fase 1, China ha anunciado que podría exigir la eliminación de los aranceles para sentarse a negociar la Fase 2.
De nuevo, por tanto, se esperan unas negociaciones complicadas, en una fase que no se espera que se complete antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el próximo mes de noviembre.
2. El BCE reitera su futuro ‘cambio’ de política monetaria
Aunque ya lo adelantó Christine Lagarde en su primera rueda de prensa tras una decisión de tipos el pasado diciembre, está previsto que este mes el Banco Central Europeo (BCE) reoriente su visión de política monetaria, tal como se desprendió de las actas de la última reunión de la institución, publicadas ayer jueves.
Por tanto, los inversores ya marcan en su agenda la próxima cita del organismo, el próximo 23 de enero, para ver si estos ‘cambios’ empiezan a tener efecto en los mercados.
3. Europa, entre la espada y la pared
Ayer volvió la incertidumbre a los mercados europeos tras el anuncio de Donald Trump de la posibilidad de que EE.UU. imponga aranceles del 25% al sector automoción europeo si el Viejo Continente no apoya al presidente estadounidense en contra de Irán en el acuerdo nuclear.
Los inversores temen que, una vez solventado (al menos, de momento) el acuerdo de Fase 1 con China, Trump retome una amenaza arancelaria pendiente con Europa.
4. Asia
Una vez publicados una batería de datos macro en China, como el PIB (que queda en el 6% en 2019, cumpliendo el objetivo), los índices asiáticos registran subidas. El Nikkei gana un 0,45%, el Shanghái Composite sube un 0,05% y el Hang Seng de Hong Kong registra ascensos a esta hora del 0,14%.
5. Datos macro
Entre las referencias macroeconómicas de interés para este viernes, destacan los datos de IPC y cuenta corriente de la Zona Euro, la balanza comercial y el IPC de Italia, ventas minoristas en Reino Unido.
En Estados Unidos, estaremos pendientes de la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan.
EE.UU.-China: Supremacía mundial, la ‘otra guerra’
Mientras los mercados descuentan, de momento, un ‘alto el fuego’ en las tensiones comerciales, debido a la firma del acuerdo comercial de Fase 1 entre Estados Unidos y China firmado el pasado miércoles, los expertos insisten en que esta aparente tregua podría durar poco.
Phil Hogan, comisario europeo de comercio, ha criticado la primera fase de la tregua comercial entre Estados Unidos y China. “Hogan apunta a que podría estar violando la normativa de comercio internacional, sugiriendo que se trata de una táctica política de Donald Trump, de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán este año en Estados Unidos”.
“A pesar de que esta primera fase ha calmado el miedo a que el conflicto entre ambos países continúe escalando, la mayoría de las tarifas impuestas durante la guerra arancelaria siguen vigentes. De acuerdo con el comisario, el comercio controlado, por el que ambas potencias pactan las cantidades de bienes que deben comprar, podría estar violando los compromisos de la OMC (Organización Mundial para el Comercio), cuestión que asegura investigarán”.
Batalla por el comercio mundial
Según Mathilde Lemoine, economista jefe de Edmond de Rothschild, «la firma del acuerdo de Fase 1 entre China y EE.UU. no bastará, lamentablemente, para restaurar la visibilidad en el comercio mundial. La batalla por el liderazgo mundial entre los dos gigantes es uno de los acontecimientos más impactantes de esta nueva década».
Según esta experta, «si se detiene la escalada arancelaria, el 69% de las importaciones estadounidenses procedentes de China y el 58% de las importaciones chinas procedentes de Estados Unidos seguirán enfrentándose a aranceles más altos. Esto influye sobre el crecimiento de EE.UU. en 0,4 puntos y sobre el crecimiento de China en 1,1 puntos. Pero, sobre todo, habría que esperar a la Fase 2 para la transposición de este acuerdo a la legislación nacional. Esta Fase 2 es hipotética, ya que Trump ha comenzado su campaña”.
Lemoine detalla que “la naturaleza misma de los temas de negociación se opone al programa del presidente chino Xi Jinping. Lo que está en juego no es sólo el aumento de las importaciones estadounidenses a China, sino también la protección de la tecnología y los derechos de autor, el fin de la piratería informática con fines de espionaje económico, el fin de las subvenciones concedidas a las empresas estatales chinas y el levantamiento de los derechos de aduana adicionales. Por ello, el apoyo a las empresas estatales y el control de la economía forman parte de la política de Xi Jinping, como detalló en octubre de 2017”.
De la misma opinión es Ian Samson, Assistant Portfolio Manager de Fidelity: «Las perspectivas en torno a las negociaciones de la Fase 2 no son nada halagüeñas. El presidente Xi Jinping es muy reticente a realizar concesiones políticas y mantiene su férreo compromiso con un ‘capitalismo con rasgos chinos’. Las inquietudes estadounidenses que todavía han de abordarse son mucho más conflictivas, como las ayudas implícitas y explícitas de China a las empresas nacionales. Eso genera un riesgo de decepción y escalada futura. Nada de lo contenido en el acuerdo impide que se impongan nuevos aranceles o medidas coercitivas contra empresas individuales, lo que mantiene alta la incertidumbre, pero dado que los dos bandos querían una ‘tregua’, no es probable que esas inquietudes sean lo que mueva los mercados durante los próximos meses».
Mientras los mercados descuentan, de momento, un ‘alto el fuego’ en las tensiones comerciales, debido a la firma del acuerdo comercial de Fase 1 entre Estados Unidos y China firmado el pasado miércoles, los expertos insisten en que esta aparente tregua podría durar poco.
Efectos colaterales
Más allá de los efectos directos que pueda tener la Fase 1 en la economía de China y EE.UU., Manuel B. de Family Office Panamá afirma que “este acuerdo parcial corre el riesgo de reforzar el deseo de Donald Trump de aumentar los derechos de aduana con respecto a la UE y los suizos. Ya ha obtenido concesiones de los japoneses en cuanto al comercio de automóviles, y los europeos son los siguientes en la lista. Además, al haber puesto a Suiza de nuevo en la lista de países que hay que vigilar de cerca en el informe del Tesoro al Congreso publicado el lunes 13 de enero de 2020, el presidente estadounidense está demostrando que un acuerdo con China no es el final de la historia. En Suiza son las compañías farmacéuticas las que podrían ser las primeras víctimas”.
Guerra tecnológica
Aidan Yao, senior economist Macro Research Core Investments de AX-IM, se centra en la ‘guerra tecnológica’ entre ambos gigantes, más allá de la comercial, y el efecto que puede tener en el mundo. “La guerra tecnológica ha recibido casi tanta atención como el conflicto comercial”.
Según advierte este experto, las tensiones en el área tecnológica “podrían ralentizar el progreso tecnológico en ambos países”, pero destaca que “el mayor temor es que el mundo pueda dividirse en dos sistemas tecnológicos incompatibles”. Además, Yao afirma que, probablemente, “la rivalidad tecnológica chino-estadounidense será más duradera e intensa” que la comercial.
Yao también indica que, desde 2016, “las inversiones transfronterizas de China en EEUU han caído un 88%” debido a que han sido consideradas como amenazas a la seguridad nacional estadounidense.
De la misma opinión son los expertos de BlackRock, que advierten de que “la competencia estratégica entre ambas potencias, especialmente en el sector tecnológico, seguramente se mantendrá a pesar de que hayan firmado la primera fase de un acuerdo comercial de alcance limitado”.
Wall Street sube a máximo histórico en su mejor semana desde agosto
Wall Street avanzó a niveles récord el viernes, con los principales índices registrando su mejor desempeño semanal desde agosto, después de que sólidos datos inmobiliarios en Estados Unidos y las señales de resiliencia de la economía china alentaron las expectativas de un repunte del crecimiento global.
* La confianza de los inversores mejoró esta semana después de que las dos principales economías del mundo dieron el primer paso para sellar una tregua en su disputa arancelaria de 18 meses, al firmar la Fase 1 de su acuerdo comercial.
* La demanda por activos riesgosos mejoró tras la divulgación de un dato que mostró que China terminó 2019 de forma algo más firme en materia económica, pese a que la actividad se desaceleró a su nivel más débil en casi 30 años el año pasado.
* En tanto, la construcción de viviendas en Estados Unidos aumentó a un máximo de 13 años en diciembre, lo que sugiere que la recuperación del mercado inmobiliario sigue en curso de la mano de bajas tasas hipotecarias.
* «Los datos macro a nivel local y en el exterior han sido relativamente positivos», dijo M.B., director gerente de operaciones de Family Office de Panamá. «Esto crea una mayor sensación de optimismo no sólo viendo las ganancias, sino que también la orientación, que es mucho más importante en este momento para el primer trimestre y el año fiscal 2020», agregó.
* Analistas esperan que las ganancias de las compañías del S&P 500 caigan un 0,8% en el cuarto trimestre, pero aguardan un crecimiento de un 5,8% en el primer trimestre de 2020, según datos de IBES de Refinitiv.
* El Promedio Industrial Dow Jones subió 50,46 puntos, o un 0,17%, a 29.348,10 unidades, mientras que el S&P 500 avanzó 12,81 puntos, o un 0,39%, a 3.329,62 unidades. El Nasdaq, en tanto, ganó 31,81 puntos, o un 0,34%, a 9.388,94 unidades.
* Los tres principales índices cerraron en máximos récord. En la semana, el S&P 500 sumó 1,96%, el Dow Jones ascendió un 1,82% y el Nasdaq registró un alza de 2,29%
* Alphabet Inc, la matriz de Google, escaló un 2%, extendiendo sus ganancias después de que el jueves se transformó en la cuarta firma estadounidense en superar un valor de mercado de 1 billón de dólares.
El este de Libia paraliza más de la mitad de la producción de petróleo del país
Los puertos del este de Libia controlados por el comandante Khalifa Haftar, que intenta apoderarse de la capital Trípoli, están cerrando las exportaciones de petróleo, reduciendo la producción nacional de crudo a más de la mitad y aumentando las tensiones antes de la cumbre en Alemania para abordar el conflicto del país.
El movimiento drástico se produjo en un momento en que Alemania y las Naciones Unidas buscan persuadir a Haftar y a sus partidarios extranjeros en la cumbre de Berlín, a ser celebrada el domingo, de que detengan su campaña militar de nueve meses para tomar Trípoli, sede del gobierno reconocido internacionalmente.
Miembros de las tribus de las áreas controladas por la facción del Ejército Nacional de Libia (LNA, por sus siglas en inglés) de Haftar asaltaron el viernes el puerto de exportación de petróleo del este de Zueitina y anunciaron el cierre de todos los terminales bajo el control del LNA.
El portavoz del LNA, Ahmed Mismari, dijo más tarde a los periodistas que el «pueblo libio» había cerrado los puertos petroleros.
Se calcula que la producción de petróleo de Libia era de 1,3 millones de barriles diarios antes de los cierres.
Las tribus aliadas de Haftar acusaron anteriormente al gobierno de Trípoli de utilizar los ingresos del petróleo para pagar a los combatientes extranjeros, en referencia a la decisión de Turquía de enviar soldados y combatientes de la guerra civil de Siria para ayudar al Gobierno de Trípoli a defenderse de la campaña del LNA.
La medida turca ha socavado los recientes logros del LNA en el frente de Trípoli, alcanzados gracias al apoyo de mercenarios rusos y de aviones teledirigidos de los Emiratos Árabes Unidos, poniendo la campaña en un punto muerto.
Cumbre de Berlin
El cierre de los puertos marca un revés para la cumbre de Berlín del domingo, en la que se espera la participación de Haftar, que respalda un gobierno paralelo en el este, y el primer ministro de Trípoli, Fayez al-Serraj, así como sus anotadores extranjeros y las potencias occidentales.
La cumbre de un día de duración es la última de una serie de cumbres y negociaciones fallidas para estabilizar a Libia, que se encuentra en el caos desde el derrocamiento de Muammar Gaddafi en 2011