¿Por qué los EE.UU. clausuraron un banco en Letonia?
El tercer prestamista de Letonia, el banco ABLV, está pronto a ser clausurado. El 24 de febrero de 2018 el Banco Central Europeo anunció que el ABLV estaba «fracasando o era muy probable que fallase, de acuerdo con la Regulación Única de Mecanismos de Resolución.» Este banco se liquidará bajo la legislación letona, y su filial ABLV Bank Luxembourg se liquidará con arreglo a la legislación luxemburguesa.
El Banco Europeo Central (ECB, por sus siglas en inglés) declaró que la posición de liquidez del ABVL se había deteriorado hasta el punto en que carecía de fondos suficientes para cumplir con las » tensionadas salidas de capital.» En otras palabras, el ABVL experimentó una corrida bancaria que agotó su dinero. El ECB no deseaba otorgarle más fondos, porque el hacerlo solo alentaría la fuga de depósitos, y en el caso del banco en cuestión, existen buenas razones para evitar esta fuga. En consecuencia, el banco fue clausurado.
La corrida bancaria fue detonada por la Tesorería de los EE.UU. el 13 de febrero de 2018, La Red de Control de Delitos Financieros del Tesoro (FinCEN, por sus siglas en inglés) publicó una notificación acusando a la ABVL de lavado de dinero, muy prontamente el financiamiento de dólares le fue negado por parte de los EE.UU. Simultáneamente, los depositantes se apresuraron en retirar sus fondos. En menos de una semana, para prevenir el colapso caótico del banco, el ente rector de Letonia y el ECB paralizaron todos los pagos de egresos del ABVL. No obstante, un banco paralizado es inservible, y han habido demasiados casos en los que bancos europeos se han mantenido congelados durante años mientras los entes de regulación y autoridades locales vacilan sobre qué hacer con ellos. En esta ocasión, a favor de los entes reguladores, éstos no perdieron el tiempo; autorizaron la ejecución del ABVL a menos de una semana de haber impuesto el moratorio.
Sin embargo, el ABVL inevitablemente se habría cerrado. Aún si no se hubiera llevado a cabo la corrida bancaria, el banco no habría sobrevivido las acciones que la Tesorería de los EE.UU propuso en su contra.
El aviso de la FinCEN señala que tiene intenciones de «prohibir la apertura o mantenimiento de una cuenta corresponsal en los Estado Unidos para, o en nombre del Banco ABLV AS.» Esta es la quinta y la más severa de las «medidas especiales» provistas en la Sección 113 del Acto Patriótico. Éste solo puede ser impuesto luego de una consideración exhaustiva de las consecuencias hacia los Estados Unidos y con el acuerdo del secretario de Estado, el fiscal general, y el presidente de la junta de gobernadores del sistema federal de reservas.
Como el dólar estadounidense domina las transacciones internacionales, prohibir las relaciones de banca corresponsal de los EE. UU. con el ABLV equivale a aislarlo de la red financiera mundial. Este es el motivo por la que al ABLV se le negó el financiamiento en dólares americanos, posterior a la emisión del aviso. A pesar de que la notificación solo estaba en borrador, otros bancos no querrían arriesgarse a financiar al ABLV con una orden de prohibición sobre éste.
Un banco centrado principalmente en el mercado interno podría haber sobrevivido dicha medida, pero sería muy poco probable que un banco de semejantes características sea acusado de lavado de dinero por los Estados Unidos. El hecho de que el ABLV estaba facilitando extensas transacciones internacionales en dólares estadounidenses, conllevó a que el Tesoro de los EE. UU. sospechara de lavado de dinero.
El ABVL inevitablemente se habría cerrado debido a las acciones que la Tesorería de los EE.UU propuso en su contra.
Las acusaciones de la FinCEN son extremadamente serias:
La FinCEN tiene motivos razonables para creer que los ejecutivos, accionistas y empleados del ABLV han institucionalizado el lavado de dinero como un pilar de las prácticas empresariales del banco. La gestión de ABLV permite que el banco y sus empleados orquesten y se involucren en esquemas de lavado de dinero; solicita la actividad de alto riesgo de la compañía ficticia que permite al banco y sus clientes operar con recursos de procedencia ilícita; mantiene un control inadecuado sobre las cuentas de estas compañías de alto riesgo; y busca obstruir el cumplimiento de las leyes de Letonia contra el lavado de dinero y la lucha contra el financiamiento del terrorismo (ALD / CFT, por sus siglas en inglés), a fines de proteger estas prácticas comerciales. Adicionalmente, la actividad financiera ilícita en el banco ha incluido transacciones para partes vinculadas a Estados Unidos y entidades designadas por las Naciones Unidas, algunas de las cuales están involucradas en la adquisición o exportación de misiles balísticos por parte de Corea del Norte.
La acusación de la FinCEN se fundamenta en el hecho de que el ABLV tiene o ha tenido niveles muy altos de depósitos no residentes (NRD), y una base extremadamente grande de clientes no domiciliados. La FinCEN señala que el noventa por ciento de sus clientes son «de alto riesgo según la metodología de calificación de riesgo del mismo ABLV» y son «principalmente compañías pantalla de alto riesgo registradas en jurisdicciones secretas». Y alega que algunas de éstas compañías fantasmas están conectadas a «EE. UU. y entidades designadas por la ONU «, lo cual es un código para individuos y compañías sancionados. Las acusaciones son específicas y condenatorias.
Aquí, por ejemplo, la FinCEN nombra al ABLV como el banco receptor en el atraco bancario de Moldavia de 2014:
En 2014, el ABLV participó en el robo de más de un billón de dólares en activos de tres bancos moldavos: BC Unibank SA, Banca Sociala SA y Banca de Economii SA, en el que los delincuentes tomaron los tres bancos utilizando una estructura de propiedad no transparente, parcialmente financiado por préstamos de entidades offshore con operaciones bancarias en el ABLV.
Separadamente, el ABLV desarrolló previamente un esquema para asistir a sus clientes a eludir los controles de moneda extranjera, en los cuales el banco disimuló las transacciones ilegales de moneda como intercambios de comercio internacional a través de la utilización de documentación fraudulenta y cuentas de empresas ficticias.
A partir de lo siguiente vincula al ABVL a la oligarquía ucraniana sancionada por los EE.UU. por el despojo de activos:
Además, el ABLV ha facilitado la corrupción pública a través de la provisión de cuentas de empresas ficticias para personas corruptas políticamente expuestas (PEP) basadas en las Instituciones de Inversión Colectiva y otros actores corruptos. Durante el 2014, por ejemplo, el magnate ucraniano Serhiy Kurchenko canalizó miles de millones de dólares a través de sus cuentas del ABLV. La Oficina del Tesoro de Control de Activos Extranjeros (OFAC) señaló a Kurchenko en 2015, y descubrió que era responsable, cómplice, o bien se había involucrado directa o indirectamente en la apropiación indebida de activos estatales de Ucrania o de una entidad económicamente significativa en dicho país. El ABLV sostuvo al menos nueve cuentas de empresas ficticias vinculadas a Kurchenko.
Lo más grave del asunto es que la FinCEN alega que el banco no solo facilitó las transacciones para las entidades sancionadas de Corea del Norte, sino que mintió al respecto (mi énfasis):
La práctica comercial del ABLV de establecer operaciones bancarias con empresas ficticias de alto riesgo sin políticas y procedimientos de mitigación de contingencias apropiados también ha llevado al banco a facilitar transacciones para las partes conectadas con entidades de los Estados Unidos y de la República Popular Democrática de Corea (RPDC o Corea del Norte). Estas entidades designadas incluyen el Banco de Comercio Exterior (FTB), Koryo Bank, Koryo Credit Development Bank, Korea Mining and Development Trading Corporation (KOMID) y Ocean Maritime Management Company (OMM), algunas de las cuales están involucradas en la adquisición o exportación de misiles balísticos de Corea del Norte. El ABLV facilitó las transacciones relacionadas con Corea del Norte después del anuncio de la política de «No tolerancia» de Corea del Norte en el verano de 2017.
De manera que el ABLV, no solo estaba llevando a cabo lavado de dinero, sino que también estaba rompiendo sistemáticamente las sanciones en todo el mundo. No es de extrañar que la FinCEN quisiera sancionarlo severamente.
Esto explica por qué el ECB impuso una moratoria sobre los pagos. Si la FinCEN está en lo cierto, entonces una gran proporción de los NRD del ABLV eran de dudosa procedencia, por decir lo menos. Esos fueron los depósitos que se ejecutaron en el momento en que la FinCEN hizo su anuncio. El ABLV no podría recibir una «asistencia de liquidez de emergencia» (ELA, por sus siglas en inglés), ya que eso equivaldría a que el ECB facilite el movimiento de dinero sospechoso de ser lavado. Cabe a dudar el por qué el BCE tardó seis días en imponer la moratoria. Una gran cantidad de dinero se puede extraer de un banco en ese período de tiempo. Podría decirse que, dada la gravedad de las alegaciones de la FinCEN, los entes reguladores deberían haberlo clausurado antes. Es de suponerse que era necesaria la confirmación de la medida especial. Pero evitar la fuga de esos depósitos habría sido algo realmente bueno.
La participación de los bancos letones en las redes internacionales de blanqueo de dinero ha sido un secreto a voces durante años. Tardíamente, los entes reguladores a ambos lados del océano Atlántico ahora actúan para cercar estas redes y eliminar los bancos criminales. Trasta Komercbanka, el banco letón en el centro de origen de la «lavandería rusa», fue cerrado en el 2016 por no cumplir con las regulaciones de lavado de dinero. Ahora el ABLV también se ha clausurado, puede que no sea el último.
Este artículo se ha actualizado para reflejar el hecho de que solo los pagos del ABLV se congelaron una semana después del anuncio de la FinCEN. Los pagos entrantes no fueron detenidos sino hasta el 23 de febrero.
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