Residencia y ciudadanía en un país “criptoamigable”
¿Qué país ofrece la ciudadanía por bitcoins? La respuesta a esta pregunta es muy interesante para muchos inversores de criptomoneda de todas partes del mundo que desean asegurar y multiplicar sus activos criptográficos. En la actualidad, la ciudadanía por bitcoins está disponible en países como Vanuatu, el cual presenta una legislación favorable para los cripto-activos. Sin embargo, Vanuatu no es el único lugar que presenta esta opción.
Cada vez más inversionistas en criptodivisas, buscando reducir la carga impositiva y burocrática y al mismo tiempo aumentar su libertad personal, cambian su jurisdicción de residencia y/o ciudadanía y se registran en países “amigables” con las criptodivisas.
Para estas personas, los aspectos clave en la elección de una nueva jurisdicción son el acceso a buenos bancos y la capacidad de utilizar una legislación liberal progresista en lugar del trabajo sem-ilegal en el país de residencia actual. Otro motivo importante está constituido por la perspectiva existente en su país de origen de perder parte de su patrimonio, luego de una posible introducción futura de leyes retroactivas.
Para lograr este objetivo utilizan una variedad de herramientas. Una de ellas es buscar familiares en una jurisdicción extranjera para así obtener la residencia o la ciudadanía, basándose en el principio de reunificación familiar.
Estas personas incluso están dispuestas a invertir sumas importantes en pasaportes emitidos a través de programas de ciudadanía por inversión, acelerando así el proceso de obtención de una segunda ciudadanía.
Afortunadamente, existen muchas opciones para obtener pasaportes por inversión. Por ejemplo, la ciudadanía por bienes raíces pagando en bitcoins.
Los hombres de negocios previsores de la industria criptográfica entienden que deben actuar lo más rápido posible. Muchos bancos se niegan directamente a trabajar con este tipo de inversores. Un número creciente de emisores de tarjetas bancarias prohíben la compra de bitcoin y otras criptomonedas e incluso algunos países, como Hong Kong, están empezando a demostrar una actitud extremadamente hostil hacia todo lo que comienza con «cripto».
La buena noticia es que, aunque todavía hay muchos factores que cambian rápidamente, la situación está mejorando. Un grupo creciente de bancos y compañías de la industria fintech se declara abierto a los inversionistas criptográficos, o incluso reorientan el negocio exclusivamente en beneficio de este tipo de empresarios.
Incluso países enteros adoptan esta posición, convirtiéndose en los estados más amigables con las criptodivisas para atraer la próxima y prometedora cadena de bloques, en otras palabras, convertirse en la sede de una gran ICO, o bien crear una. Estos países van desde el diminuto Principado de Liechtenstein en el corazón de Europa, hasta la poco conocida jurisdicción del Pacífico denominada Vanuatu.
Cada vez más jurisdicciones presentan condiciones favorables para los cripto-inversores.
¿Qué significa exactamente ser “criptoamigable”?
En algunos casos, basta con ser tolerante con el mercado de las criptodivisas por parte de un país, banco u otra institución en particular. Piense, por ejemplo, en un banco que sirve de enlace entre un mercado de intercambio de criptodivisas y las inversiones inmobiliarias. En tal caso, no se necesita una relación a largo plazo con el banco relevante o su jurisdicción.
Sin embargo, el compromiso a largo plazo con un país y/o una organización que el día de hoy es tolerante, puede convertirse en una pesadilla.
Si los funcionarios o los banqueros decidieran cambiar la posición neutral a una negativa de la noche a la mañana, es decir si decidieran adoptar nuevas reglas o políticas prohibitivas, el cripto-empresario tendría que buscar alternativas con urgencia. Y esto es en el mejor de los casos. En el peor de los casos, tendrá que pagar adicionalmente si se llegaran a adoptar leyes, tarifas o reglas retroactivas.
Los países más amigables con las criptodivisas, por supuesto, son aquellos que han dejado atrás la posición neutral o el rechazo a estas y se han embarcado en el camino de atraer bitcoins y altcoins a sus jurisdicciones.
Como dicen los expatriados experimentados: “ve a donde te traten mejor”. La forma más fácil de descubrir quién lo tratará como el mejor inversionista en criptodivisa es eliminar a los países que no están haciendo todo lo posible para atraer este tipo de negocios y de activos.
En este contexto, no se deben considerar los países cuyos ciudadanos poseen muchos bitcoins, altcoins o cualquier otro recurso criptográfico, por ejemplo, China y su multimillonario ejército de mineros. Debe limitarse únicamente a aquellos lugares donde el gobierno y las instituciones demuestren una posición amigable con respecto a las criptomonedas.
Con esto en mente, creamos una lista de los países más compatibles con los activos criptográficos, teniendo en cuenta la banca, el comercio, los impuestos, las cadenas de bloques y las nuevas empresas reales. Esta lista puede cambiar con el tiempo y haremos todo lo posible por actualizarla a medida que cambien las circunstancias.
Al mismo tiempo, recuerde que nadie lo obliga a limitar la elección a una sola jurisdicción. El mejor enfoque para lograr el bienestar de cualquier cripto-inversionista es tener varios «aeropuertos de respaldo», así como planes de protección, independientemente de lo que suceda.
Malta
El gobierno y el parlamento malteses han buscado durante mucho tiempo convertir esta jurisdicción en una isla de “cadena de bloques”.
En julio de 2018, las autoridades del país insular europeo emitieron tres proyectos de ley que establecen el marco para la tecnología blockchain en esta jurisdicción. La revolución digital ha sido una de las principales prioridades del gobierno maltés durante algún tiempo, y ahora el trabajo en esta dirección ha comenzado a producir resultados.
El primer ministro local, Joseph Muskatdage, calificó la criptomoneda como «el futuro inevitable del dinero». Hacer que cualquier otro funcionario gubernamental de alto rango diga lo mismo, no es tarea fácil.
Malta ya está lista para ofrecer a las nuevas empresas criptográficas la oportunidad de interactuar con una autoridad reguladora específica y utilizar una legislación clara y transparente, junto con tasas impositivas corporativas bajas y la posibilidad de abrir una cuenta bancaria en la UE.
La decisión de las autoridades maltesas de adoptar una posición amigable para con las criptomonedas, desafortunadamente, no llegó a cubri el programa de ciudadanía económica local.
Por lo tanto, los cripto-inversores del pasaporte maltés tendrán que preparar el dinero fiduciario habitual, acordando una comisión decente al convertir sus bitcoins en euros, para obtener la ciudadanía de Malta, cuyo precio es de aproximadamente 1 millón de euros. Afortunadamente, tales gastos están más que compensados por las ventajas.
En este caso, los malteses ofrecen a los cripto-inversores extranjeros una forma diferente de registrarse en esta jurisdicción: el registro de un lugar de residencia permanente al comprar valores.
Vanuatu
Los expertos afirman cada vez más que todos los cripto-inversores necesitan una segunda ciudadanía para proteger su libertad y sus activos en el contexto de normas y políticas fiscales que cambian rápidamente.
Para muchos de los que interactúan con criptomonedas, la mejor manera de obtener rápidamente un segundo pasaporte es emitirlo a través de inversiones. A menudo tienen que convertir sus activos criptográficos en dinero fiduciario (dólares o euros), que son necesarios para obtener un pasaporte por inversión en, por ejemplo, Malta o Chipre.
En Vanuatu, se dieron cuenta de que podían destacarse y obtener una ventaja competitiva al crear un mecanismo que evitara las conversiones tan costosas e innecesarias. Así, el país del Pacífico se convirtió en la primera jurisdicción con el programa «ciudadanía por inversión» que ofrecía a los solicitantes la oportunidad de realizar pagos en Bitcoins.
Pero en realidad, un extranjero puede obtener la ciudadanía de Vanuatu por bitcoins solo a través de un plan de inmigración de los que funcionan actualmente en este país. Así que preste atención al elegir la opción adecuada para usted.
Antigua y Barbuda
En el verano de 2018, Antigua se sumó a Vanuatu, ofreciendo su ciudadanía a cambio de bitcoins.
La razón es simple: el mercado caribeño está abrumado de ofertas para solicitar la ciudadanía por inversión. Por este motivo, para diferenciarse de sus competidores, se necesita una poderosa ventaja.
Hasta hace poco, esa ventaja era el ingreso a Canadá sin visa. Desafortunadamente, en el verano del año pasado, los ciudadanos de este país perdieron este privilegio, el cual constituía una enorme ventaja.
Las restricciones en el flujo de dólares estadounidenses a las islas debido a problemas con los bancos americanos, impulsó la necesidad de crear un mecanismo de pago alternativo. Este también fue un factor importante por el cual se comenzó a ofrecer la ciudadanía por bitcoins.
En conclusión, Antigua no tuvo otro remedio que diversificarse.
Si bien Antigua comenzó a aceptar bitcoins a modo de pago por necesidad, y no por una preferencia especial a las criptodivisas, de igual modo, esta circunstancia constituye una ventaja para los inversionistas.
Al igual que Vanuatu, Antigua propone un programa de ciudadanía económica relativamente rápido y accesible. Este país, conformado por dos islas, redujo sus tarifas a unos 100 mil dólares para competir con otros programas de la región.
Al mismo tiempo, la legislación local exige que los nuevos ciudadanos vivan en el país por un período de cinco días en un lapso de cinco años luego de la emisión de su pasaporte. A pesar de que esto puede llevar tan solo un mes, representa una incomodidad. Los inversores, especialmente aquellos que activamente trabajan en cripto, necesitan una conexión constante a internet. En este sentido, las islas del Caribe podrían llegar a presentar problemas.