Liberty Reserve, la famosa red alternativa de pago, se convirtió en el procesador de pagos más grande de Internet para las transacciones al filo de la ley. Se calcula que desde su creación en 2006, se ha atendido más de cincuenta y cinco millones de transacciones por un total de más de seis mil millones de dólares, y desde el año pasado tenía más de un millón de usuarios.
Liberty Reserve funcionaba como un banco que sólo tomaba depósitos en su propia moneda. Si quería lavar dinero, era cuestión de abrir una cuenta en Liberty Reserve, dar un nombre, aunque sea falsa, y una dirección de correo electrónico. Sí, el único dato del que disponían era una dirección de correo electrónico.
Así, la clave del plan era que no se podía entonces depositar dinero directamente en la cuenta. En su lugar, había que trabajar a través de intermediarios. La cuestión era hacerlo de forma que el banco de Liberty Reserve no tuviera los datos de identificación, no había registro de cómo y desde dónde se transfería el dinero, ya que los depósitos y retiros se podían hacer todo a través de los intermediarios.
Imagínese que Usted tenía que pagar en dólares (o en cualquier otra moneda en curso) para hacerse con una cierta cantidad de monedas Liberty Reserve, que luego se depositarían en su cuenta. Y cuando quisiera retirar dinero, el proceso funcionaba a la inversa, por ejemplo, a través de un intermediario en un país diferente.
La empresa cobraba una comisión del 1% por transferencia. Por 75 centavos de dólar proveía un servicio adicional para ocultar el número de cuenta del usuario, haciendo que la operación fuera ilocalizable incluso dentro del sistema ya opaco de Liberty Reserve.
Este arreglo hizo que el lavado de dinero fuera tarea fácil. Pero, vayamos más allá de lo que tratan de hacernos ver los medios de prensa internacionales. Liberty Reserve también funcionaba como moneda digital, en el sentido de que había «comerciantes» que aceptaban esa moneda como forma de pago de bienes y servicios. De hecho, Liberty Reserve en realidad fue diseñado con una interfaz de carro de la compra para sus sitios web.
No existieron restricciones que impidieron a Arthur Budovsky, fundador de Liberty Reserve, ir simplemente imprimiendo tanto la moneda como él quería como usarla para comprar bienes ilícitos. Esto lo hace diferente de Bitcoin, que ha sido diseñado con algoritmos para limitar permanentemente el número de bitcoins en existencia.
El éxito de Liberty Reserve, aunque haya sido un recorrido corto abre la sucesión a que los mercados puedan prosperar incluso cuando el gobierno no los supervise.
Aquellos que se dirigían participar en este sistema de pago no regulado como era Liberty Reserve, iban especialmente incentivados por el entorno de seguridad que yacía alrededor del sistema. Aunque la moneda fuera utilizada, en algunos casos, por estafadores, los fondos de Liberty Reserve funcionaban como si de cualquier otra moneda se tratara.
Por: Marta Walnut
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