https://mundooffshore.net se complace en publicar la sexta parte de este Informe Especial sobre inversión en Paraguay, una contribución de Samuel Arenas de MyCBS.biz. La experiencia de Samuel abarca varias áreas del campo financiero internacional pero su especialidad es el asesoramiento en la formación de estructuras comerciales internacionales y banca offshore ayudando a individuos y corporaciones en la obtención de sus objetivos.
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Parte 6 – Hablemos de Negocios (Continuación)
Stevia
A lo largo de la historia humana, el empleo de azúcar refinado fue virtualmente de cero. No fue sino hasta hace 150 años, que su consumo se disparó, llegando en nuestros días a niveles altísimos de 50 kilos por persona al año en promedio. En países como Brasil o Israel, dicho consumo llega incluso a los 65 kilos por persona por año. A ese nivel, el azúcar representa un enorme 20-25 % de todas las calorías consumidas por la mayoría de las personas.
No quisiera hablar aquí de los múltiples efectos nocivos que tiene el azúcar en la salud, pero realmente, se podría escribir un libro al respecto y debo dejar la tarea de enterarse al lector interesado.
Aunque algunas personas conscientes han rebajado su ingesta de azúcar granulado, en realidad el consumo de azúcares en general no ha bajado sino que por el contrario, ha ido en aumento, y ello es debido al empleo cada vez mayor de “azúcar oculto” en los alimentos procesados, así como nuevas formas de azúcar como la glucosa, dextrosa, hfsc, etc. que son añadidos a dichos alimentos y bebidas.
La llegada en escena de edulcorantes sintéticos sólo hizo que las cosas empeoraran. Ya desde los 70’s, se sospechaba que algunos de ellos como el ciclamato (Coca-Cola Zero) y la sacarina podrían ser cancerígenos, por lo que están prohibidos en varios países. Otros como el acesulfanmo-k y el aspartame no han corrido mejor suerte en los contradictorios estudios hechos con ellos.
Y aquí es que entra a tallar la stevia.
Una alternativa agrícola que ha caído en mis manos durante mi estancia en Paraguay, es la producción de stevia (ka’a he’, ka’a he’ë o ka’a he’e en lengua guaraní). La stevia es un edulcorante natural producido a partir de las hojas de la Stevia Rebaudiana, una planta oriunda del Paraguay. Se usa como sustituto del azúcar.
Los glucósidos que dan a la stevia su sabor dulce son el esteviósido y el rebaudiósido, los cuales son entre 250 y 300 veces más dulces que la sacarosa, que es a su vez el componente que le da el sabor dulce al azúcar.
Ahora bien, resulta ser que los glucósidos de la stevia tienen características muy interesantes: son estables ante el ácido y ante el calor hasta los 200° C, tienen pH estable, son resaltadores de aromas y sabores, no contienen calorías, no son fermentables y no son mutagénicos. Un estudio del año 2009 halló que el esteviósido y sus componentes relacionados, podrían tener efectos inmunomoduladores, diuréticos, anti-diarreicos, anti-inflamatorios, anti-hipertensivos, y anti-hiperglicémicos. En una revisión del 2011, se halló que el uso de edulcorantes de stevia en lugar de azúcar, podría con probabilidad tener efectos benéficos en pacientes diabéticos. Además, la revisión mostró que el uso del esteviósido evidenciaba algunos efectos farmacológicos en pacientes con hipertensión o con diabetes mellitus del tipo 2, por lo que recomendaba mayores estudios para establecer las dosis adecuadas.
Así fue que después de muchas y extensas pruebas de laboratorio y de otros tipos, por fin las agencias gubernamentales de salud de diferentes países fueron dando la aprobación oficial a su uso, ya sea como edulcorante (Japón), como suplemento alimenticio (Australia, Brasil, Hong Kong, Israel, México, Noruega, la Federación Rusa), o como suplemento alimenticio y suplemento dietético al mismo tiempo (Canadá, la Unión Europea, los EEUU, Indonesia). Por otro lado, hay disponibilidad de stevia en Argentina, Chile, China, Colombia, Corea, Malasia, Paraguay, Perú, las Filipinas, Arabia Saudita, Taiwán, Tailandia, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, Uruguay, y Vietnam. Al mismo tiempo, ya se ha empezado su comercialización como “medicina alternativa” aprovechando sus cualidades farmacológicas.
El desarrollo de marcas edulcorantes comerciales de stevia no se ha hecho esperar por supuesto, y hoy se conocen: Rebiana, Truvia (Cargill y Coca-Cola), PureVia (PepsiCo y WESC), Enliten, Erylite y Karori Zero, entre otras, algunas de las cuales contienen algún otro ingrediente adicional.
El espaldarazo final sin embargo, vino cuando la Coca-Cola sacó al mercado su refresco endulzado con stevia y azúcar Coca-Cola Life en Argentina y Chile el año 2013 después de 5 años de estudio. Este hecho ha causado enorme interés por el uso de la stevia a nivel mundial.
La demanda, como podrá imaginarse, se ha disparado y hay un mercado muy interesante para el producto. Para el 2012, 750 nuevos productos de stevia salieron al mercado. Actualmente, la planta se ha llevado a otras partes del mundo donde se explota comercialmente. China es el primer productor mundial de stevia, seguida de Paraguay.
Hacia el año 2010, el mercado global de edulcorantes (dominado por el azúcar) era de $60,000 millones, mientras que el sub-mercado de los substitutos representaba un 10 % ($6,000 millones). Mientras que la demanda de los azúcares tradicionales crece a un ritmo de 2.5 % anual, el de los sustitutos lo hace al 5 % y es en este nicho, el de los sustitutos, que la stevia está haciendo grandes progresos:
Mientras que los sustitutos químicos como Sweet ‘N Low (sacarina), Equal, y NutraSweet (aspartame), y Splenda (sucralosa) vieron caer sus ventas ya desde el 2007, las de los sustitutos naturales como la stevia, aumentaron dramáticamente. La cuota de mercado que alcanzaron Truvia y Stevia in the Raw (dos edulcorantes hechos de stevia) para el año 2010 fue del 13.8 % y sigue creciendo.
Lo acabado de expresar no tienen otro fin que el de mostrar el dulce final que le espera a la humilde stevia paraguaya en este creciente mercado: el estrellato mundial de los edulcorantes naturales.
Resumiendo (y añadiendo), el mercado de la stevia es triple:
- La industria alimenticia y de bebidas, principalmente de edulcorantes y saborizantes
- El mercado de la salud
- Los subproductos o restos de la producción, que sirven al mercado agropecuario. Los mismos, tienen uso en la elaboración de alimento orgánico para camarones y ganado, así como fertilizante granular y foliar para plantas (ver aquí, y especialmente aquí)
Lo atrayente de iniciar una explotación de stevia en Paraguay, sin embargo, reside en las condiciones únicas de este país para su cultivo, así como algunas excelentes iniciativas oficiales que inciden en su comercialización en el exterior:
- Tierra barata para la producción (ventaja competitiva en el costo final).
- Mano de obra abundante y económica (ventaja competitiva en el costo final).
- El clima y tierra ideales (al fin y al cabo la planta es oriunda de Paraguay ¿no?) lo que permite obtener:
- 4, y hasta 5 cosechas por año, comparado con las 2 cosechas anuales que se obtienen en otras latitudes (ventaja competitiva en el costo final).
- una concentración mayor de los componentes glucósidos (ventaja competitiva en el costo final).
- Esfuerzos del gobierno paraguayo para impulsar el cumplimiento de los requerimientos del Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), de la Agencia de Alimentos y Medicamentos americana (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), para la apertura absoluta de esos mercados (y en general, los del mundo entero) a la stevia como suplemento alimenticio, con el fin de potenciar la demanda a niveles mucho mayores.
- Declaración oficial por parte de Paraguay, que hizo de la Stevia Rebaudiana, patrimonio genético de la nación, lo que a su vez ha permitido al país expedir certificación de origen para los productos derivados de ella, si fue cosechada en el país (ventaja competitiva en la colocación internacional del producto).
Ahora profundicemos: La producción mundial de stevia ronda las 30,000 ha, de las cuales 25 mil se hallan en China. Muy lejos, Paraguay ocupa el segundo lugar con unas 1,200 ha en producción. Nuevos jugadores incluyen a Corea, Canadá, Malasia, Vietnam, Brasil, Colombia, Ecuador, Argentina, Filipinas, Singapur, Tailandia, España y Perú.
Los planes conjuntos del Ministerio de Agricultura y Ganadería paraguayo y la Cámara Paraguaya de la Stevia, sin embargo, son llevar dicha extensión a las 10,000 ha. Como lo expresó el ministro de esa cartera: «el país está moralmente obligado a ser el mayor productor de stevia, por ser dicha planta originaria del Paraguay».
La stevia puede llegar al metro de altura y en otras latitudes no permite sino dos cosechas de hojas (de donde se obtienen los glucósidos), contra cuatro y aún cinco en Paraguay. Se obtienen 2,500 a 3,500 kilos de hojas secas por año y ha y el ciclo productivo de la planta es de 5 años o más.
La densidad de siembra es de 55,000 a 85,000 plantas por ha. En cuanto al rendimiento en esteviósidos de la materia seca obtenida (las hojas), el mismo es variable: 7-14 % pero se ha logrado obtener hasta un 20 %. La producción China es una de las más bajas en rendimiento de esteviósidos por lo que requieren mucha materia prima para obtener el producto final.
Se comprenderá que éste último parámetro (el rendimiento en glucósidos) sea muy importante a la hora de valorar el precio de la hoja. En Paraguay se paga a $1 – 1.50 el kilo, y en el exterior hasta a $3.50 si el material es de alto rendimiento. Como sub-producto, quedan unos 50 gramos de materia seca por planta.
Con los datos aportados, cualquiera puede hacer sus cuentas conservadoras: 2.2 toneladas de hojas secas a $1.25 el kilo = $2,750 de entrada bruta al año por ha. En cuanto a los costos, se trata de una labor agraria intensiva, es decir de mucha mano de obra, por lo cual mencioné antes que el contar con abundancia de ella a precios asequibles, es una ventaja. Los finqueros con los que he hablado me indican un gasto de 5 millones de guaranís por año y ha entre obreros e insumos, lo que equivale a unos $1,130, que restados de la entrada, dan un neto de $1,600 por año y ha.
Semejantes rendimientos no pueden ser sino atractivos para alguien que desee comprar tierra en Paraguay como una inversión a mediano o largo plazo: suponiendo la compra de 50 ha a $2,000 cada una, y que dicha extensión sea dedicada a este cultivo, el primer año podría obtener beneficios que le cubran el 80 % del costo de esa tierra, quedando en el segundo completamente pagada y aún restando una bonita suma de utilidad.
No es mi intención pintar pajaritos de colores en este informe pues sé por experiencia que hay factores imponderables en la vida y mucho más cuando se trata de naturaleza, climas y fenómenos atmosféricos, pero mi experiencia en el campo agropecuario me permite vislumbrar un potencial interesante en esta inversión.
Cuando estuve envuelto en la cría industrial de conejos, me interesé mucho por la maximización de la producción. Para aquella época, EEUU era el líder, y los libros de cunicultura publicados en ese país recomendaban obtener 4 camadas de 6-7 gazapos c/u, por madre y año. Sabedor de que esa especie produce hembras de entre 6 y 10 tetillas, mi primer paso fue crear una línea de conejos con hembras de 10 tetillas y muy lecheras, cosa que se logró con la constante selección. Paralelamente, se acondicionaron las jaulas de tal forma que su diseño permitía un destete precoz, sin el trauma posterior que generalmente se asocia al acto, redundando en una prácticamente nula pérdida de peso en los gazapos, que continuaban creciendo y engordando hasta los dos meses en que ya pesaban 2 kilos cada uno y estaban listos para ir al mercado. El destete precoz a su vez, me permitía obtener hasta 8 camadas por año en las hembras más robustas, y 7 en las otras. El constante empuje de los límites de producción mediante la experimentación y deducción, me permitieron lograr un promedio anual de 56 gazapos destetados por madre, lo cual representaba, por supuesto, el doble de rendimiento obtenido en la “meca” que era EEUU.
Traigo esto a colación porque por lo que he visto en estos días, vislumbro un potencial mayor para la producción de stevia en Paraguay. Menciono los siguientes aspectos en los que una persona interesada en esta explotación, podría trabajar:
- Posibilidad de mejora de las variedades a usar. El hecho de que la siembra de stevia a partir de semilla no sea económicamente tentadora (bajísimo % de germinación y corto tiempo de viabilidad de las semillas) obliga a usar el sistema de propagación por esquejes, pero para alguien que ya tenga conocimientos y desee experimentar y perseverar, el disponer de una porción de terreno dedicada a la selección de las plantas más productivas para buscar luego su cruza, puede dar grandes satisfacciones personales y económicas.
Algunas variedades decrecen en producción al sembrase por semilla por lo que es un trabajo de estudio y método. - Mediante algún tipo de convenio, y a cambio de un beneficio económico, ofrecer porciones del terreno explotado a empresas agrícolas extranjeras del ramo, con el fin de que puedan valerse de la denominación de origen. Un ejemplo de esta aproximación es el de Steví Gran S.L. de España (leer págs. 6 y 9 de su PDF de presentación).
- Experimentar, experimentar y experimentar. Hay plantaciones que rinden 5, 8 y hasta 12 toneladas de hojas secas por ha y año. ¿Por qué no podría ser la suya?
- Experimentar, experimentar y experimentar. En Perú, por ejemplo, tienen variedades que producen 12 % de esteviósido contra el peso de las hojas. Como no se le ha determinado o fijado un límite máximo de rendimiento en esteviósidos a esta planta, se puede esperar que el potencial sea muy alto; de hecho, han habido obtenciones de hasta el 20 %, por lo que habría que probar con diferentes variedades, inclusive las obtenidas en otras partes del mundo.
- Yo usaría film plástico a lo largo de las hileras donde irían las plantas, para mantener la humedad del suelo y —sobre todo— para evitar la propagación de las malas hierbas, que, de suceder, traería consigo el gasto de más mano de obra para el deshierbado manual (aparentemente, los herbicidas afectan la cosecha de stevia).
- Experimentar, experimentar y experimentar. Es necesario estudiar, cuantitativamente y con la mayor precisión, la curva de declive de producción de la planta, que algunos dicen empieza a los tres años y otros a los cinco, para hacer el recambio de plantas nuevas en lugar de las que están por declinar.
- Ver las posibilidades de uso del subproducto o restos de la producción, ya que puede generar ingresos interesantes.
Al hablar de experimentar, quiero poner un ejemplo concreto: si se interrumpe el fotoperiodo de la stevia usando breves momentos de iluminación nocturna, se pueden conseguir dramáticas ganancias en el rendimiento de biomasa de las hojas y el contenido de glucósido (hasta el doble). Esto nos muestra que estamos muy lejos de haber alcanzado el límite productivo de esta noble y dulce planta.
Pero —financieramente hablando— también hay la posibilidad de ir un paso más adelante mediante la producción y comercialización directa del esteviósido puro (95 % de pureza), para lo cual haría falta una pequeña factoría de obtención del producto.
El valor de una planta procesadora con capacidad de 1 tonelada mensual de esteviósido es de $1.5 millones. A un rendimiento de 10 % de esteviósido por peso de hoja seca, la pequeña factoría necesitaría una carga de 12 x 10 = 120 toneladas de hojas anuales. Usando los números conservadores que mencionamos antes, de 2.2 toneladas de hojas por ha, las 120 toneladas de hojas requeridas, se obtendrían de 120 / 2.2 = 55 ha. Así pues, para este modelo de mini planta, habría una relación directa entre la capacidad de procesamiento de la misma (1 tonelada mensual) y el tamaño del área de producción: 50 ha.
Si alguien se interesa, he bosquejado con mediana profundidad un Modelo de Negocio o Plan Estratégico para la creación de una empresa productora de stevia. Sólo contáctenos.
¿Pero qué acerca de uno de los sectores tradicionales —y fuertes— de la exportación paraguaya como lo es el de la carne? ¿Hay oportunidades en esa área?
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Este artículo fue publicado originalmente en MyCBS.biz
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