Análisis del mercado financiero por los expertos de Mundo Offshore

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«La dinámica de beneficios llega a su punto álgido (Past the peak in earnings growth)»

En las últimas semanas, los mercados de capitales se han asemejado a un mar tormentoso, con vientos en contra desde muchos flancos: por un lado, algunos indicadores adelantados apuntaban a un declive del impulso de crecimiento en todo el mundo; por otro, se han apreciado algunos signos de desaceleración de la inversión, sobre todo en China. Por no mencionar las innumerables disputas políticas en torno al proyecto presupuestario ital­iano, el conflicto comercial entre EE. UU. y China o la salida británica de la UE, que también han manteni­do en vilo a los mercados financieros.

A los inversores de renta variable solo les queda un puerto seguro: el aumento de los beneficios empresariales. Este incremento se ha ido acelerando a un ritmo casi constante desde 2016, especialmente en EE. UU., donde las ganancias han aumentado más del 20% en los últimos tiempos. También en Europa y Japón el crecimiento ha alcan­zado las dos cifras en varias ocasiones. Todo es reflejo de un sólido crecimiento económico mundial, una política monetaria expansiva, unos mercados financieros bastante estables y el llamado “apalan­camiento operativo” de las empresas cuando las ventas aumentan más rápidamente que los gastos (fijos).

El informe de resultados del tercer trimestre plantea ahora la cuestión de si hemos superado el pico de crecimiento de los beneficios. Es probable que así sea. Al fin y al cabo, las empresas reflejan el deteri­oro gradual de las condiciones reales: aumento de los salarios, subida de los aranceles, mayor incerti­dumbre política. En la industria automovilística europea, la caída de la producción por los nuevos procedimientos de prueba de gases de escape con­stituye una carga temporal añadida. Como resultado, muchos analistas han revisado a la baja sus previsiones de ganancias.

Aun así, lo que está claro es que, a pesar de la de­saceleración, el aumento de los beneficios debería mantener el tipo en los próximos trimestres; segui­mos creyendo que el riesgo de recesión para los próximos doce meses es bajo. En este contexto, las caídas —algunas de ellas bastante acusadas— de las acciones de las empresas cíclicas, en especial en Europa y Japón, parecen exageradas en el corto plazo. Los inversores deben estar preparados para un aumento sos­tenido de la volatilidad.

Después de las elecciones en EE. UU., el poder de decisión de Donald Trump para esta legislatura también ha tocado techo. Como todo el mundo esperaba, los demócratas se han hecho con la mayoría en la Cámara de Representantes, mientras que el Senado permanece bajo el control de los republicanos. Esto limita la capacidad de maniobra del presidente Trump, sobre todo por lo que respecta a los nuevos estímulos de política fiscal. Las nuevas iniciativas reguladoras para las industrias farmacéutica y financiera son cada vez menos probables. Pero queda un rayo de es­peranza para los inversores: históricamente, tras las elecciones de mitad de mandato en EE. UU., los mercados bursátiles siempre han experimentado en líneas generales una subida hasta finales de año.

Claves de la próxima semana

La semana que viene el foco estará puesto en los datos de producción industrial de todo el mundo, incluyendo a Italia (lunes), China, la eurozona (miércoles) y EE. UU. (viernes). En la zona euro, además, se detallarán los datos del producto interior bruto del tercer trimestre (miércoles), incluidos los de Alemania. Es de esperar que estos datos aporten nueva información sobre hasta qué punto los recortes de produc­ción de la industria del automóvil han frenado el crecimiento en Alemania y en la zona euro y sobre cómo podría ser la recuperación en los próximos meses. También los datos de inflación de EE. UU. y el Reino Unido están marcados en el calendario.

El aumento de los beneficios debería mantener el tipo en los próximos trimestres.

Active is: seguir los movimientos del mercado

Los mercados de capitales siguen atravesando una época difícil. El pico de crecimiento y de aumento de los beneficios parece haber quedado atrás; en cambio, persisten las consabidas turbulencias políticas. Sin embargo, el temor al crecimiento manifestado últimamente por los inversores en renta variable parece un poco prematuro, lo que abre la puerta a oportunidades a corto plazo para que los ge­stores activos aprovechen selectivamente las fuertes caídas de las cotizaciones.

Europa

Italia mantuvo el viernes los principales pilares de su presupuesto para 2019, poco antes de que se cumpla el plazo para modificar lo que Bruselas calificó como proyecciones económicas demasiado optimistas o enfrentará sanciones por incumplir las reglas fiscales de la UE.

El Gobierno Italiano dice que está comprometido en respetar un déficit presupuestario que no supere el 2,4 por ciento de la producción económica del país el próximo año.

Pero la Comisión Europea, que ha dado a Roma hasta el martes para presentar un nuevo presupuesto, pronosticó un déficit del 2,9 por ciento y una brecha fiscal estructural (sin contar con extraordinarios y alteraciones del ciclo económico) del 3 por ciento.

Bajo los requisitos de la UE, Italia debería reducir su déficit estructural el próximo año al 1,2 por ciento y seguir disminuyéndolo cada año hasta equilibrar sus cuentas.

La Comisión rechazó el mes pasado el plan fiscal de Italia para 2019, diciendo que había incumplido el compromiso anterior de reducir el déficit y que no garantizaba una reducción de la deuda del país, la segunda más alta en la zona euro en proporción al PIB.

Bonos italianos

El enfrentamiento entre Roma y Bruselas ha asustado a los mercados financieros, por consiguiente,  los rendimientos de los bonos italianos a 10 años subieron al 3,46 por ciento (su nivel más alto) en más de una semana.

El banco central italiano advirtió que el aumento del coste de los préstamos en los últimos meses podría afectar la economía y anular los efectos expansivos del presupuesto.

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Estados unidos

Los futuros de las acciones de Estados Unidos han descendido este viernes, pues las expectativas de que la Reserva Federal estabilizará la subida de los tipos de interés han lastrado el interés de los inversores en los activos de riesgo.

La Fed decidió el jueves mantener inalterados los tipos tal y como estaba previsto, aunque indicó que seguirá subiéndolos gradualmente.

El tono menos cauteloso ha sorprendido a los inversores, pues algunos esperaban un discurso más prudente tras la tremenda caída de las acciones de octubre. Aun así, las expectativas de una subida son de en torno a un 80% según el Barómetro de Tipos de la Fed de Investing.com.

  • Walt Disney es una de las empresas que mejor actuación ha ofrecido antes de la apertura, disparándose sus acciones un 2,16% tras publicar unos resultados mejores de lo previsto tras el cierre de la jornada del jueves.
  • Dropbox Inc. se ha disparado un 7,52% tras superar las expectativas de los economistas, mientras que Qualcomm ha subido un 0,10%.
  • Tesla descendió un 0,71% mientras que General Electric se dejaba un 3,85% y Yelp Inc. se desplomaba un 30,80% tras anunciar una revisión a la baja de sus previsiones y unos resultados que no han cumplido expectativas.

En cuanto a noticias económicas, el índice de precios de la producción se publica a las 14:30 horas (CET), mientras que a las 10:00 horas (CET) la universidad de Michigan publicará su informe preliminar sobre la confianza de los consumidores de noviembre.

Petróleo

Los precios del petróleo han descendido este viernes, pues el aumento del suministro y la disminución del crecimiento económico han lastrado la demanda inversora.

Los futuros del petróleo del West Texas para entrega en noviembre han descendido un 1,37% hasta 59,84 dólares a las 15:06 horas (CET), dejándose un 20% con respecto a sus máximos de 52 semanas. Mientras, los futuros del petróleo Brent, referencia para los precios del petróleo fuera de Estados Unidos, se han situado en 70,06 dólares por barril, retrocediendo un 0,84%.

Según datos de este miércoles, las reservas de Estados Unidos siguen subiendo más de lo previsto, lo que ha suscitado preocupaciones en torno a una posible superabundancia, a pesar de las sanciones contra Irán.

Según la AIE, las reservas de petróleo han aumentado en 5,7 millones de barriles durante la semana pasada, frente a las expectativas que apuntaban a un aumento de 3,2 millones de barriles.

A los inversores les preocupan también las exenciones que Estados Unidos otorgó el lunes a ocho países, permitiéndoles seguir comprando crudo iraní a pesar de las sanciones. Las exenciones a las sanciones significan que el suministro de petróleo será mayor de lo que traders creían.

Los precios habían subido anticipándose a las sanciones, que entraron en vigor a principios de noviembre.

Los precios del petróleo han descendido este viernes.

Análisis sobre Apple

Desde que publicara sus resultados del 4T de 2018 el jueves, 1 de noviembre, las acciones de Apple no han dejado de caer. Aun así, es muy fácil concentrarse en el culpable.

La empresa no está observando una gran demanda de su iPhone de cara a la próxima temporada festiva de compras. El icónico smartphone es el producto de más éxito de la empresa, y la temporada de vacaciones es generalmente el trimestre más crucial en cuanto a generación de ingresos. Sin embargo, durante su presentación de previsiones en la teleconferencia de presentación de resultados de la semana pasada, Apple pronosticó que los ingresos de dicho período serían escasos, por debajo de las expectativas del mercado.

Esta noticia fue devastadora en concreto para las acciones de Apple, produciéndose una venta masiva y una caída del 7% tras el anuncio. Estos temores cobraron algo más de fuerza el lunes cuando el Nikkei Asian Review publicó que Apple había pedido a sus fabricantes asiáticos que no ampliaran sus líneas de producción al nuevo iPhone XR. Eso hizo descender las ya lastradas acciones un 3% el lunes por la mañana, encaminándolas hacia su peor caída de dos días en los últimos seis años.

Desde su informe del cuarto trimestre, muchos analistas han degradado la calificación de las acciones de Apple, augurando un futuro incierto al producto estrella de la compañía. El iPhone supone actualmente más del 50% de las ventas totales de Apple.

Bank of America rebajó la calificación de las acciones de Apple de “compra” a “neutral” y redujo su precio objetivo de 235 dólares y 220 dólares por acción, diciendo que «es probable que haya más revisiones a la baja de las previsiones».

A pesar de esta disminución de la confianza en este momento, creemos que Apple va por buen camino y que está bien posicionada para crecer gracias a los actuales esfuerzos por diversificar su base de ingresos centrada ahora casi totalmente en el iPhone. Dirigiendo la atención sobre su unidad de servicios, la empresa está enviando un mensaje claro: a medida que su smartphone mejore y se siga encareciendo, ya no será realista depender de las ventas de unidades de iPhone para el crecimiento.

Muchos inversores, que se permitieron agobiarse por los poco alentadores datos de ventas del iPhone, ignoraron el repunte de los otros negocios de Apple. Probablemente fueron los que vendieron las acciones tras la presentación de resultados. Pero los resultados de Apple del 4T y del año completo confirman que la estrategia actual está funcionando bien.

La compañía está promoviendo su negocio de software y servicios y subiendo los precios de su producto estrella, el iPhone, para compensar la ralentización del crecimiento de las ventas de la unidad. El año pasado Apple subió el precio de salida del iPhone en un 50%, hasta casi 1.000 dólares. Ambos movimientos tienen como objetivo capitalizar la tremenda lealtad de los usuarios de iPhone que confían en el smartphone para todo, desde la comunicación y las compras al visionado de video y la consulta de noticias.

En el último trimestre, los beneficios del dispositivo aumentaron un 29% hasta 37.190 millones de dólares. El negocio de servicios, que incluye las ventas de su app store, el uso de Apple Pay y las suscripciones de su servicio de música en streaming, va camino de convertirse en un negocio de 50.000 millones de dólares a finales de 2020, según su director ejecutivo Tim Cook. En el 4T, los ingresos de este grupo aumentaron un 17%, hasta aproximadamente 10.000 millones de dólares.

En términos anuales, la empresa de servicios creció en septiembre a una tasa del 27%, mientras que el segmento de otros productos de Apple reportó un crecimiento de ingresos del 31%, lo que indica que la demanda de nuevos productos de Apple como el Apple Watch, sigue siendo fuerte.

En conclusión

Si tenemos en cuenta las fuertes líneas de producto de Apple y su estrategia de diversificación y la consiguiente gran cantidad de efectivo que la compañía planea gastar en recompras y dividendos —en mayo anunció que gastaría 100 millones de dólares en este programa—, las acciones de la empresa no han hecho sino volverse más atractivas tras el reciente debilitamiento. Si es usted inversor a largo plazo y mira el panorama de forma general, esta caída no es más que humo. Sin duda alguna, las razonables valoraciones de Apple y sus fuertes fundamentales pronto volverán a atraer a los alcistas.

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