Canal interoceánico por Nicaragua, ¿un proyecto con bases reales?

0

 

Recientemente muchos de Ustedes habrán leído que el Gobierno ha firmado un memorando de entendimiento con una empresa constituida en Hong Kong para la construcción del Gran Canal Interoceánico por Nicaragua. Ello me ha llevado a plantearme seriamente un análisis a esta noticia y a evaluar la viabilidad de un proyecto de semejante envergadura.

Históricamente, Centroamérica ha sido el lugar donde la geografía se presta mejor para lograr la interconexión entre los océanos Atlántico y Pacífico, siendo un excelente aliado geográfico para el comercio global. El Canal de Panamá, con un siglo en pleno funcionamiento es el mejor nexo de rutas marítimas a nivel mundial. La dependencia que de esa vía tiene el transporte marítimo de mercancías es tal, que su eventual cierre provocaría una hecatombe logística global.

Pero, ??¿es lógico considerar el proyecto de canal interoceánico nicaragüense como factible económicamente teniendo ya otra vía para el tránsito de mercancías entre ambos océanos que funciona perfectamente?

Como proyecto comercial, el Canal Interoceánico de Nicaragua es inviable económicamente, en especial porque la incertidumbre sobre el retorno sobre la inversión a realizar es demasiado grande.

La entrega por 100 años de la concesión del Canal Interoceánico a una empresa sin capital ni experiencia para realizar un proyecto de esta magnitud y valorado en 40.000 millones de dólares parece que no invite a dar credibilidad al proyecto. Pero, ¿y si les digo que podría ser el resultado de una genial operación a largo plazo por parte del gobierno chino?

Para un país como China, 40.000 millones de dólares no son nada comparado con el hecho de disponer del dominio sobre una vía interoceánica en el patio trasero de su mayor competidor comercial.

Que Nicaragua otorgue la concesión por 100 años para la construcción del Canal Interoceánico directamente al Estado chino hubiera sido un escándalo. Pero como lo hemos visto, el gobierno del presidente Ortega no tuvo ningún obstáculo para hacer dueña de esa concesión a una casi inexistente empresa de Hong Kong que ni cotiza en bolsa. A la empresa HK-Nicaragua se le autoriza a estructurar y a gestionar el financiamiento del proyecto del gran canal interoceánico de Nicaragua.

Sin embargo, dado el estilo de la política de desarrollo chino, es más que improbable que esa empresa no dependa de un gobierno que tiene clara la necesidad de asegurarse el dominio de las rutas marítimas mundiales, no solo en términos de comercio sino también de estrategia militar.

Es evidente que este proyecto, tal y como se está gestando, tiene un claro tinte político, cuando se vincula su viabilidad financiera al apoyo de países que son «viejos amigos» de Nicaragua, en clara alusión a gobiernos con históricas afinidades político filosóficas con el partido gobernante actual. Por estos días será muy difícil conseguir inversionistas por 40,000 millones de dólares por «amistad», y no por las perspectivas de un retorno económico concreto que, hasta ahora, no es visible.

Por Marta Walnut

Contáctenos y solicite una consulta personalizada y gratuita acerca de todos nuestros servicios

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Proteja su legado con nuestros
Programas de ciudadanía por
Inversión
Solicite una consulta
ENVIAR
 Haz tu vida mejor 
Suscribir
SUSCRÍBASE AHORA