Todo el mundo sabe acerca de la campaña de terror que el IRS a través de la ley FATCA ha emprendido en contra de los bancos y sociedades Offshore, una pregunta fundamental que existe en todo esto, ¿Son las inversiones Offshore un verdadero fraude fiscal? Esta vez hablaremos un poco sobre el verdadero papel de campañas como el “Dirty Dozen Tax Scams”.
Año tras año, el organismo fiscal más poderoso y temido del mundo, IRS, publica una lista con las doce peores estafas tributarias que incluye las estafas telefónicas y robo de identidad como las principales actividades de fraude, pero ademas hace especial énfasis en el uso de la banca Offshore como herramienta para evadir impuestos, algo difícil de concebir tras la despiadada persecución que en desde 2010 encabezó FATCA contra la banca extraterritorial y que en solo solo 3 años llevo a cerrar cientos de miles de cuentas estadounidenses en el extranjero y a una grave crisis general de las Jurisdicciones Offshore en todo el mundo.
Según IRS en su lista, “La reciente serie de exitosas acciones en contra de los evasores fiscales Offshore y los organismos financieros que les ayudan, muestran que se trata de una mala apuesta para ocultar dinero. Con lo que es mejor para los contribuyentes acudir de manera voluntaria y conocer los requisitos de presentación del programa OVDP, (Programa de divulgación voluntaria Offshore) y ayudar a los ciudadanos a regularizar sus impuestos».
Analicemos bien lo que propone IRS mediante este documento y hagamos una comparación con la realidad, será interesante y sorprendente para usted enterarse de la verdadera estrategia del IRS.
¿Cómo justifica IRS su persecución a los bancos Offshore?
Sería un error asegurar que dentro de las investigaciones que IRS emprendió a través de FATCA contra sus contribuyentes y los bancos Offshore pobremente regulados, no existían actividades genuinas de evasión de impuestos, específicamente estadounidenses con inversiones en el extranjero que no reportaban y pagaban sus impuestos correspondientes.
Según el IRS las personas que la ley FATCA identifico como evasores fiscales, presuntamente ocultaron sus ingresos en bancos Offshore, cuentas de corretaje o entidades interpuestas, o emplearon fideicomisos extranjeros, rentas privadas o planes de seguros con el propósito de esconder sus bienes. La campaña de IRS se ha dedicado a señalar las actividades de estas personas como premeditadas estrategias de fraude fiscal, sin embargo la realidad es muy distinta.
Como un órgano de presencia internacional y enorme impacto, la realidad es que IRS dispone en su infraestructura de herramientas suficientes para difundir los deberes fiscales a los cuales todo norteamericano se encuentra sometido, especialmente si su actividad financiera tiene trascendencia en otros países, es decir, que de la misma manera que todo norteamericano sabe perfectamente acerca de sus responsabilidades civiles como el voto, la información relativa a los deberes fiscales de todo ciudadano estadounidense tendría que ser igualmente accesible. El hecho es que esto no ha sucedido, pues un gran porcentaje de inversores norteamericanos internacionales no sabía nada de esto.
Es decir, al ser cuestionados sobre el motivo de su omisión con IRS, muchos de los contribuyentes americanos investigados simplemente no sabían que tenían el deber de informar nada. Esto se debe a varios motivos, muchas veces el origen de estas faltas se encuentra en la ignorancia de algunos contadores, quienes en muchos casos aseguraron a sus clientes que una vez pagando impuestos en otro país, no tendrían obligación de pagar o informar nada al gobierno de los Estados Unidos.
Existen casos en los que contribuyentes norteamericanos dejaron de pagar impuestos desde hace más de 30 años, básicamente desde el momento que sus relaciones o intereses de negocios se ubicaron en diversas partes del mundo, omitiendo sin saber sus deberes fiscales con IRS, esto ni siquiera puede ser imputado a los contadores que en muchos casos hasta hace poco ignoraban sobre las obligaciones tributarias de sus clientes.
No se trata pues de criminales financieros, o estafadores profesionales, o empresarios que deliberadamente intentan esconder su dinero y evadir sus responsabilidades con Norteamérica, la realidad es que simplemente se trata de personas cuya actividad en el extranjero les impidió conocer pertinentemente sobre las nuevas regulaciones impulsadas por IRS, particularmente la ley FATCA. El motivo es obvio, como le mencionaba algunas lineas atrás, la estrategia de IRS consistió en hacer un esfuerzo inconsistente por informar a sus contribuyentes que viven en el extranjero sobre sus ingresos y la obligación de presentar informes al respecto, a la vez que articulaba una herramienta de persecución sin precedentes.
¿Por qué motivo IRS haría algo así? Basta conocer los resultados que FATCA trajo consigo, cerrando miles de cuentas en el extranjero y recaudando cientos de millones de dólares en los últimos 4 años. La cuestión ahora es: ¿Realmente representa un delito tener una cuenta bancaria Offshore?
¿Realmente representa un fraude una inversión Offshore?
Claramente la lista de la “Docena sucia” no es sino mera propaganda por parte de la IRS que intenta intimidar tanto a contribuyentes como a bancos Offshore, sobre los riesgos de asociarse. Algo similar a un padre celoso que intimida a los pretendientes de su hija y a su hija misma, y pues todos sabemos que el riesgo real en algo parecido no existe.
Una estrategia que ha funcionado con gran efectividad, ya que la gran mayoría de bancos Offshore o fideicomisos extraterritoriales evitan relacionarse con clientes estadounidenses, y los que llegan a hacerlo se encuentran completamente alineados con FATCA. Prácticamente toda actividad financiera incluso estando fuera del sistema bancario, es monitoreado por IRS..
Sin embargo, es evidente que las propaganda intimatoria de IRS no es más que eso, pues cada vez más los negocios internacionales son una actividad de gran relevancia para cualquier país, en el caso particular de Estados Unidos las inversiones internacionales conservan importantes ventajas y que además justifican plenamente el uso de bancas extranjeras, como el acceso a inversión en otros países, saber que para cualquier oportunidad de inversión fuera del país es necesario un banco extranjero es elemental.
La cooperación de IRS con la banca Offshore es tal, que el mismo sistema americano brinda soporte para aquellas Jurisdicciones Offshore alineadas a FATCA, lo cual se traduce en una protección de activos mejorada.
En definitiva la inversión en el extranjero y el uso de bancos Offshore es una actividad legitima y necesaria incluso contradictoriamente respaldada por el IRS.
Contáctenos y solicite una consulta personalizada y gratuita acerca de todos nuestros servicios