Argentina no está pasando por su mejor momento, desde que el gobierno restringió la compra de dólares, el mercado negro de cambio de moneda está creciendo desmesuradamente.
Un mercado negro sin controles de cambios, sin impuestos y sin medidas contra el lavado de dinero está ganando la batalla de la “fiebre del dólar” en Argentina. Un negocio donde la gente paga una prima por obtener dólares, y en auge adicional puesto que los argentinos compran dólares para pagar sus vacaciones en el extranjero.
Una descontrolada demanda de dólares podría perjudicar las inversiones y aumentar la inflación en un país en el que ya es considerada como la más alta del continente. Argentina raciona estrictamente la venta de la moneda estadounidense y otras divisas para garantizarse los dólares suficientes para hacer frente a sus deudas y poder comprar aquellas importaciones esenciales.
Además, Argentina adolece de una inflación interna muy elevada y un sistema de cambios rígido, fallos que están creando distorsiones en toda la economía del país. Pero el gobierno no reconoce las elevadas tasas de inflación y resta importancia al avance del dólar en el mercado negro.
La estrategia del gobierno de no intervenir en la inflación, que según los economistas ronda el 25% anual, ha limitado la fe en el peso argentino y ha llevado a la gente a retirar miles de millones en los cinco últimos años.
El Banco Central de Argentina permitió que el peso se depreciara 12,4% frente al dólar el año pasado, pero en el mercado negro la moneda se ha debilitado de manera mucho más rápida dado que la gente ve al dólar como la única opción de refugio en Argentina.
Aunque se espera que el gobierno deje que el peso se deprecie hasta un 20% este año, principalmente para ayudar a los exportadores, y con una tasa de cambio oficial cada vez mayor y menos competitiva, la titular del Banco Central ha desestimado la importancia del dólar en el mercado negro, indicando que la evolución del dólar no debería incidir en los precios.
Agregó que un aumento estacional en la demanda de dólares no amenaza la economía, que sencillamente la demanda del dólar tiene un impacto estacional asociado a la demanda por turismo.
Repercusiones en el mercado de bienes raíces
La brecha entre la tasa oficial y la que se maneja en el mercado negro ha afectado con dureza al mercado inmobiliario residencial. Durante décadas, los precios de las viviendas se han fijado en dólares, debido a la larga trayectoria de alta inflación, la crisis financiera y las devaluaciones en la moneda oficial en Argentina. Estos controles cambiarios han dificultado que compradores y vendedores accedan a precios de venta aceptables por ambas partes.
Los vendedores que están dispuestos a aceptar pagos en pesos suelen fijar los precios de ventas usando una tasa cambiaria que es incluso más cara que la del mercado negro, como una forma de protegerse frente a la depreciación monetaria.
En teoría, esto podría impulsar la inflación en el mercado de viviendas. Pero hasta el momento, solo ha conseguido que las ventas de bienes raíces se desplomen.
Por: Marta Walnut
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