En los últimos años, Panamá se ha convertido en un atractivo para compañías e inversionistas de todo el mundo. Su popularidad es fruto de un entorno comercial atractivo, una conveniente localización, unas buenas credenciales democráticas y un sistema bancario estable.
Deben aprovecharse las oportunidades que brindan la posición geográfica, la logística y el acceso a nuevos mercados que desde aquí se pueden alcanzar. Panamá es un mercado relativamente pequeño, pero ello le conduce a abrirse más a los nuevos negocios o a segmentos que no son su especialidad.
Además, existen leyes o ventajas para que las empresas extranjeras hagan negocios en el país. Y si bien es cierto que estamos ante un país destinado a ofrecer servicios, desde hace varios años se aprecia un aumento significativo en el sector industrial debido principalmente al auge del sector de la construcción.
Los avances de Panamá son notables en indicadores como eficiencia en las instituciones, infraestructura, salud y educación primaria, así como estabilidad macroeconómica. Cuenta además con un Producto Interior Bruto muy positivo en comparación con Centroamérica, y el nivel de inversión es el mayor de toda la región.
El gobierno panameño, pese a ser consciente del reconocimiento internacional de su país, también busca referentes en el resto del mundo y sostienen sus autoridades que miran con más interés hacia Asia que hacia Europa.
Desmarcarse del modelo europeo está motivado, entre otros, como consecuencia de las presiones que han ejercido contra Panamá las grandes potencias europeas. Pero se reafirma su distanciamiento con Europa cuando la Ministra francesa de Presupuesto y Cuentas Públicas del anterior gobierno galo citó a Panamá como ejemplo de Estado poco cooperante en materia de intercambio de información fiscal.
Ello ocasionó que a finales del año pasado, el ministro de Economía y Finanzas panameño, Frank De Lima, anunciara que su gabinete se retiraba del acuerdo de financiación por valor de 300 millones de dólares con el banco francés Coface (Compagnie Française d’Assurance pour le Commerce Extérieur) para financiar parte de las obras de construcción de la línea 1 de Metro. Más tarde, la ministra francesa se disculpó y al menos el acuerdo bilateral en materia fiscal sigue en pie.
Perspectivas de crecimiento
Panamá se ha destacado como una de las economías más fuertes de la región. De hecho, 2014 podría ser su año ideal ya que no sólo es cuando la ampliación del Canal debe ser completada, sino también el año en que se celebra el primer siglo de esta maravilla de la ingeniería mundial.
Además, de cumplirse el pronóstico del Fondo Monetario Internacional, Panamá será la economía de mayor crecimiento de todo el continente, superando a Perú, Venezuela, Chile y Bolivia. La tendencia, sin embargo, será hacia la desaceleración bajo la previsión de que entre 2014 y 2015 se puede producir un punto de inflexión coincidiendo con la culminación de las obras de ampliación del Canal de Panamá y del Plan de Infraestructuras que adelanta la administración de Martinelli. La construcción en el país está siendo uno de los grandes impulsores de su crecimiento actual, lo que ha llevado al FMI a advertir acerca de los riesgos de un posible sobrecalentamiento de la economía.
No obstante, con un Canal ampliado y la primera línea de Metro en funcionamiento, el país ofrecerá más beneficios, no sólo a la hora de mejorar la calidad de vida de muchos panameños, sino también la productividad laboral del país y la competitividad de las empresas. Asimismo, se proyecta que Panamá continuará en la zona de pleno empleo.
Reforma migratoria
Estamos en tiempos interesantes para trasladarse a Panamá. Como principales motivos para planear obtener una segunda residencia en Panamá, el país ofrece:
- Un régimen impositivo bajo, donde los ingresos generados en el extranjero, el ingreso sobre capital y/o los intereses no son gravados;
- Facilidades a la hora de iniciar operaciones de negocios;
- Los bienes raíces aún se ofrecen a buenos precios para la compra de casas.
Asimismo, se anunció recientemente que los requisitos de visa para 30 países han sido eliminados o relajados.
Además, Panamá ha flexibilizado sus medidas migratorias para abrir puertas a mano de obra especializada y a inversionistas. Mediante el Decreto Ejecutivo 343 del 16 de mayo de 2012 se favorece a ciudadanos de 22 países concediéndose a los extranjeros que presenten su solicitud en base al mismo, la “Residencia Permanente” en forma directa sin tener que hacer ningún trámite posterior. Los ciudadanos de los países citados a continuación pueden disfrutar de una vía rápida para obtener la residencia permanente.
Estos 22 países tienen un largo historial de vínculos profesionales y económicos con Panamá y son: Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, República Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Japón, Holanda, Noruega, Singapur, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Estados Unidos y Uruguay. Se espera que el Reino Unido sea también incluido.
La solicitud de este estatus de residencia permanente viene determinado bajo dos categorías: teniendo un negocio o trabajando es decir por razones económicas o profesionales. Esto se puede lograr al iniciar un nuevo negocio o comprar un negocio existente, o por su parte, siendo contratado en una empresa panameña para trabajar en calidad de profesional.
Deberá acompañar a la solicitud una prueba de solvencia económica. Pero no se trata de un trámite complejo, sino más bien lo contrario. Se requiere tener en una cuenta bancaria en Panamá un saldo medio de unas cuatro cifras medias, por lo que bastaría tener 5.000$.
Sistema bancario
Panamá cuenta además con el centro financiero más grande de Latinoamérica y con la presencia de numerosos bancos, consolidando todo ello al país como un proveedor de servicios internacionales y siendo así una excelente plataforma para centralizar servicios financieros.
Nombran a Panamá como un centro bancario internacional comparable con Dubái o Nueva York, pero todavía queda recorrido para alcanzar un mercado de valores fuerte y aumentar la solidez del sector de los seguros, que a fin de cuentas respalda las inversiones. No obstante, parece que el país va por buen camino.
Actualmente el mercado bancario panameño cuenta con 48 bancos de licencia general, 32 de licencia internacional y 14 oficinas de representación. Los bancos quedan regulados por la Superintendencia de Bancos de Panamá, puesto que la economía panameña está totalmente dolarizada y sin Banco Central y este organismo es ahora mismo el único supervisor bancario.
Su contribución al desarrollo económico queda reflejada en el alto nivel de préstamos que se otorgan por año, alrededor de los 30.000 millones de dólares de los cuales el 60% se canalizaron a la demanda interna y el 40% al exterior.
Los bancos deben cumplir los requisitos mínimos de capital y liquidez, supervisión consolidada, procedimientos para la administración de riesgos de créditos y de mercado especialmente por la prevención del blanqueo de capitales. De igual forma, los bancos estarán sujetos, por lo menos, a una inspección cada dos años por los auditores de la Superintendencia de Bancos de Panamá.
El sistema bancario es estricto y está basado en el control de la procedencia del dinero, las leyes de transparencia fiscal y lucha contra el lavado de dinero. No obstante, a pesar de la buena actuación de sus bancos, al país le queda largo recorrido para llegar a la primera división de los centros financieros internacionales.
La apertura de una cuenta bancaria en Panamá siendo extranjero supone entrar en un proceso que exige paciencia. Se exige el cumplimiento de multitud de requisitos por parte del interesado en abrir la cuenta: desde cartas de referencia bancaria hasta entrevistas personales. Todo dependerá de a qué banco acuda y quién sea la persona que tenga delante.
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