¿Serán los «Panama Papers» el principio del fin de los paraísos fiscales británicos?

La revelación de los «Panama Papers» en el Reino Unido fue como una chispa que prendió el fuego en una gran fogata, donde ahora se pretenden quemar nada más y nada menos que los mismos territorios offshore británicos.

Gracias a la filtración de datos de la firma Mossack Fonseca, el mundo se enteró de que más de 100 mil compañías clandestinas habían sido constituidas en las Islas Vírgenes Británicas. El daño que esta revelación le causó a la reputación de los paraísos fiscales del Reino Unido parece ser irreparable; para las autoridades británicas está siendo un verdadero reto mantener la situación bajo control.


Por otro lado, el afán de hacer las jurisdicciones controladas totalmente transparentes también podría conducir a escenarios que muy probablemente afecten a la propia tesorería del Reino Unido.

Dominic Grieve, ex procurador general, quien ahora preside el Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento Británico, comenta que existe la posibilidad de que el gobierno británico apruebe ciertos cambios legislativos con el fin de suspender algunas de las actividades más representativas en cuanto a la evasión de impuestos en el país.

No obstante, el mismo legislador reconoce que la eliminación del estatus de paraíso fiscal de las islas podría devastar a las economías locales y no frenaría el abuso contra el sistema de impuestos.

«Lo que sucederá de hecho es que las personas irán a otros paraísos fiscales que podrían tener una regulación mucho menos buena, así que, de hecho, estaríamos alentando el lavado de dinero y la delincuencia que queremos suprimir», dijo Grieve a la BBC.

Sin duda, «cortar el oxígeno» a los territorios offshore no es la mejor solución para obligar a que dichas jurisdicciones adopten medidas más estrictas de la transparencia y como resultado se terminen las prácticas del lavado de dinero. Es necesario buscar mecanismos más ingeniosos, como los que implementó Suiza, cuando empezó la reestructuración de su sector bancario: el secreto bancario se fue levantando, pero de manera gradual para asegurar que el país no sufra un colapso económico.

Grieve está convencido que antes de dar cualquier paso, el gobierno británico debe considerar cuidadosamente todas las posibles consecuencias que puedan ocurrir en caso de que el Reino Unido empiece a ejercer demasiada presión a sus territorios de ultramar.

«Si tuviéramos que hacer uso de la sugerencia de que debemos eliminar de una vez por todas la libertad de los territorios de ultramar de ofrecer y operar legalmente sus servicios financieros, no creo que estaríamos actuando correctamente hacia ellos. Estos territorios tienen derecho a tomar sus propias decisiones en este aspecto.»

Sin embargo, no todos ven la independencia de estos paraísos fiscales como un logro positivo. Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, afirmó que «el gobierno necesita dejar de andarse con rodeos sobre la evasión de impuestos».

Otra jurisdicción que está en la mira de los políticos británicos a raíz de la divulgación de los «Panama Papers» es la de las Islas Cayman. Jude Scott, el jefe de la firma «Cayman Finance», la principal organización financiera de las Islas, senñaló que a pesar del «alboroto» provocado por los medios, no hay que ignorar el papel positivo que juegan los centros financieros internacionales como las Islas Cayman en la economía global.

«No somos una jurisdicción con anhelo al secretismo. Al contrario, tenemos un compromiso claro y fuerte con la transparencia», afirmó Scott. «Las Islas Cayman son un centro financiero global que representa un medio eficiente de conexión entre los usuarios y proveedores de capital y financiación de todo el mundo, que actúen de acuerdo con la legislación correspondiente, siendo esta colaboración un beneficio tanto para los países desarrollados como para los que están en desarrollo.»

En el mismo sentido Scott mencionó que las Islas Cayman también benefician a las jurisdicciones «onshore» permitiéndoles ser más competitivos en el comercio internacional y facilitando la inversión interna que ayude a que sus economías crezcan.

Cabe mencionar que según el último reporte de la confederación humanitaria Oxfam, el costo de la evasión tributaria en los paraísos fiscales para la tesorería británica fue alrededor de 5 mil millones de libras al año.

Un offshore heredado

Cuestionar los pros y contras de la existencia de paraísos fiscales se vuelve mucho más difícil cuando resulta que uno mismo se haya beneficiado de ellos.

Las publicaciones de «Panama Papers» dieron a conocer que Ian Cameron, el difunto padre del Primer Ministro británico David Cameron, también había utilizado una empresa offshore en su negocio.

Según los documentos filtrados, Ian Cameron era uno de los directores de un fondo para inversores asentado en uno de los paraísos fiscales. Gracias a los beneficios que éste ofrecía, el padre de David Cameron pudo evadir el pago de impuestos en el Reino Unido y acumular una fortuna que le permitió asegurar la prosperidad y un futuro despejado para su hijo.

En su momento el Sr. Cameron padre constituyó su fondo de inversiones aprovechándose de las ventajas fiscales de Panamá y Suiza, y de esta forma evadió por 30 años el pago de impuestos en su país de residencia.

Más tarde, cuando David Cameron llegó al poder en el 2010, la empresa de su padre, Blairmore Holding Inc., fue trasladada a Irlanda. La fortuna que dejó Ian Cameron en su testamento, tras morir en 2010, asciende a los 2.74 millones de libras de los que David Cameron recibió una suma de 300 mil libras.

Además del líder británico, varios funcionarios de alto rango resultaron estar involucrados en el tema de los paraísos fiscales. Entre los casos más discutidos está el del primer ministro de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson, quien tuvo que abandonar su cargo tras conocerse su vinculación en los «Panama Papers», a pesar de insistir que no había violado ninguna ley al abrir una sociedad offshore.

El escándalo se armó casi inmediatamente después de la divulgación de los documentos que mostraron que Gunnlaugsson y su
esposa eran propietarios de Wintris, una sociedad offshore en las Islas Vírgenes Británicas. En 2009, al entrar en el Parlamento, el funcionario no declaró sus activos en esa empresa y unos meses después le vendió su 50% a su esposa por 1 dólar. La revelación de los hechos mencionados fue un pretexto perfecto para que la oposición derrocara a Gunnlaugsson.

Al final, el primer ministro no pudo resistir a la presión de la oposición y de los mismos ciudadanos del país (en una votación online 23 mil personas votaron por su renuncia) y tan solo dos días después de la publicación de los «Panama Papers», dejó el puesto.

Bancos británicos serán sancionados

Debemos señalar que no solo sus territorios de ultramar están causando problemas a la Corona Británica. Los propios bancos del Reino Unido resultaron ser parcialmente responsables de la fuga de capitales. Según los datos filtrados, las instituciones como HSBC, Coutts, Rothschild y UBS están entre las 10 primeras que tienen en su lista de clientes las famosas sociedades offshore en Panamá.

En nombre de sus clientes, todos estos bancos en numerosas ocasiones han recurrido a los trámites de apertura de sociedades pantalla en Panamá. Solo en Mossack Fonseca el número de solicitudes correspondientes fue de 15 600.

El banco que probablemente tenga las peores consecuencias de toda esta historia es el HSBC, el cual ya está a un paso de un pleito judicial y hasta posible pérdida de su licencia en los EE.UU.

Cabe mencionar que el año pasado la sucursal del HSBC en Suiza ya fue multada con una suma de 28 millones de libras tras la publicación de la llamada «Lista Lagarde» por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.

Ahora los «Panama Papers» revelaron que el banco, a través de la firma Mossack Fonseca, abrió alrededor de 2 300 empresas offshore para sus clientes.

Resulta que el propio Presidente Ejecutivo del HSBC, Stuart Gulliver, ha utilizado servicios de la firma panameña para manejar las operaciones del banco en Hong Kong. Aunque su objetivo no era la evasión de impuestos, sino la confidencialidad que el paraíso fiscal le proporcionaba, para que sus colegas no tuvieran acceso a la información sobre sus activos.

En respuesta a todas las acusaciones relacionadas con los «Panama Papers», el HSBC manifestó su postura:

«Nosotros colaboramos estrechamente con las autoridades para combatir delitos financieros e implementar sanciones. Nuestra política en cuanto a las cuentas offshore es clara: solo pueden permanecer abiertas si se haya realizado una investigación exhaustiva (incluyendo el informe «due diligence», el protocolo «conoce a tu cliente», reporte sobre el origen de los ingresos y verificación de la transparencia fiscal»); asimismo, cuando una autoridad nos lo solicite, realizamos el monitoreo de cuentas e incluso las congelamos si existe la orden correspondiente.»

Otras instituciones que registraron sociedades pantalla para sus clientes a través de la Mossack Fonseca fueron el banco Coutts, con casi 500 empresas offshore abiertas por su representante en Jersey, y el gigante suizo UBS, con más de 1,100 empresas creadas desde la década de 1970.

Una cantidad importante de sociedades (alrededor de 1 500) también fue registrada para Experta Corporate & Trust Services, una flilial del Banque Internationale á Luxembourg. Entre otros usuarios de los servicios de la firma panamenña estaán Credit Suisse Channel Islands y Rothschild Trust Guernsey.

En general, los archivos filtrados muestran que prácticamente todos los bancos internacionales mantuvieron una relación con Mossack Fonseca y acudieron a sus servicios de constitución de empresas offshore. Lo paradójico es que hace unos diez años la creación y el uso de las sociedades offshore era legal y muy conveniente, por lo que no solo los empresarios, sino también los funcionarios y mandatarios de gobiernos de muchos estados del mundo lo aprovechaban. Ahora, cuando este tipo de operaciones se considera sospechoso y hasta ilegal, se pretende sancionar a los bancos de manera retroactiva, como dicen, a posteriori.

Evidentemente la filtración de los «Panama Papers» le hace el juego a alguien, quien planee enriquecerse con todas las multas, sanciones etc. La investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) había durado un año aproximadamente, antes de que se revelara la información, y la pregunta más interesante es, ¿quién la patrocinó? Sean los que sean los objetivos y los métodos del ICIJ, se requieren muchos recursos para llevar a cabo un trabajo de semejantes dimensiones.

¿Quién financia el Proyecto de Información sobre el Crimen Organizado y la Corrupcio?n (OCCRP)?

En los últimos años la publicación de todo tipo de información confidencial se ha convertido en el hit de los medios. Sin embargo, es evidente que la mayor parte de los datos revelados se consiguen de manera ilegal (hackeo, robo, espionaje etc.), lo que indudablemente crea preguntas sobre las conexiones y el verdadero alcance de las organizaciones que se declaran los luchadores más apasionados en contra de la corrupción y lavado de dinero.

Drew Sullivan, uno de los fundadores del Proyecto de Información sobre el Crimen Organizado y la Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés), en una entrevista habló del financiamiento y otros tipos de apoyo que recibe la organización.

Recordemos que OCCRP es una asociación de centros regionales sin fines de lucro y medios de comunicación comerciales independientes, orientada a realizar periodismo de investigación. En coordinación con ICIJ, OCCRP cooperó en la investigación y revelación de los «Panama Papers».

La pregunta es de dónde se sacan los recursos para sostener unos ataques tan importantes a los archivos, bases de datos y los servidores de Mossack Fonseca?

Aunque Sullivan no haya nombrado a sus patrocinadores, reconoció que al menos la mitad de su financiamiento el OCCRP recibe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y del gobierno de Suiza. Además, el Proyecto cuenta con donaciones de empresas comerciales y fundaciones, y con donaciones privadas. Asimismo, Sullivan destacó que las instituciones gubernamentales no participan directamente en las investigaciones que se lleven a cabo, aunque también agregó que puede ser que proporcionen algunos datos a la organización.

Como vimos, no hay respuestas claras sobre la procedencia de recursos utilizados para los ataques mediáticos. Incluso hay datos que vinculen a la CIA y el Departamento de EE.UU. con la divulgación de los «Panama Papers». Pero por el momento todo esto no son más que suposiciones.

El resumen de lo que está sucediendo es bastante sencillo. Los contribuyentes importantes, que parecían estar fuera del alcance de las administraciones tributarias de sus países, están siendo amenazados. Por otro lado, estamos convencidos de que el mundo de los paraisos fiscales no dejará de existir, al igual que es poco probable que el gran escándalo causado en el Reino Unido provoque cambios significativos en la relación entre el país y sus territorios de ultramar.

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