Con eslóganes como «el cobro de impuestos es una estafa», Liberstad está atrayendo cada vez más libertarios de todo el mundo, según reportan los medios locales. Según su página web, 112 personas ya compraron terrenos en la «ciudad anarco-capitalista» establecida en una granja ubicada en las cercanías de Kristiansand en el sur de Noruega. Los compradores provienen de 28 países, entre ellos Noruega, su vecina Suecia, la lejana Brasil y el Reino Unido. Otros 500 inversores potenciales se han registrado en una lista de espera.
Las parcelas se venden desde un precio accesible de 75 000 coronas noruegas, equivalentes a 9400 dólares por 1000 metros cuadrados, hasta 375 000 NOK (47 100 USD) por terrenos de 5 000 metros cuadrados. Actualmente, aceptan pagos en 27 criptomonedas diferentes, incluido el efectivo de bitcoin (BCH) y el núcleo de bitcoin (BTC). El equipo encargado de la ejecución del proyecto de Liberstad planea comenzar a entregar las parcelas ya compradas en el año 2020, y entonces los primeros residentes podrán mudarse a las mismas.
El proyecto del cual informó news.Bitcoin.com durante la preventa del año pasado, pretende ser «un emprendimiento privado, voluntario, con fines de lucro el cual ofrece protección de la vida, de la libertad y de la propiedad dentro de un área particular. Sus fundadores afirman que una ciudad privada no es una idea utópica, sino por el contrario, un modelo de negocio en el cual los elementos principales ya son conocidos y simplemente son adaptados al «mercado de la convivencia».
El verano pasado, John Holmesland y Sondre Bjellås compraron la granja Tjelland en el municipio de Marnardal, donde se encuentra la ciudad. Desde entonces, han promovido el proyecto e informado sobre su progreso a través de las redes sociales y el blog de Liberstad. En diciembre, anunciaron que las autoridades locales habían otorgado una concesión y un permiso para la titularidad de la propiedad agrícola donde está en desarrollo la ciudad.
Se Planea Implementar una Policía Privada y Otros Servicios «Públicos»
John Holmesland relató al periódico local noruego Local que Liberstad fue inspirada en Atlantic Station, el cual es un proyecto similar dentro de la ciudad de Atlanta en el estado de Georgia, en EE.UU. Eventualmente, él y su compañero quieren establecer en Liberstad una fuerza de policía privada, un departamento de bomberos y una empresa de agua para los residentes de la ciudad. Serán invitadas compañías no estatales para proporcionar estos y otros servicios públicos, que en realidad serán privados.
«Lo único que exigimos es que se respete el principio de no agresión y los derechos de propiedad privada», afirman sus fundadores. Según los medios de comunicación locales, es posible que los creadores se tropiecen con algunos problemas en el intento de alcanzar su objetivo, así mismo, sus planes ya han sido descartados por algunos funcionarios noruegos.
«Puede ser que alguien venga y se establezca allí, pero establecer un estado dentro del estado no es realista», dijo el diputado del Partido Laborista, Kari Henriksen, a NRK, la emisora estatal noruega. Henriksen, que representa a la circunscripción local de Vest-Agder en el parlamento noruego, considera que los residentes de la «ciudad privada» dependerán del resto de la sociedad de muchas maneras.
Un proyecto similar es la República Libre de Liberland establecida en un territorio en disputa entre Croacia y Serbia. Fue proclamado por el anarquista checo Vít Jedlička en 2015. Otro ejemplo digno de mención es el plan del Seasteading Institute para desarrollar una ciudad flotante en el Océano Pacífico como un «asentamiento permanente y políticamente autónomo».
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