Una traducción de Esteve Ridaura, adaptado de Ed Whitehead.
Ha empezado la “caza de los moderadamente ricos”. Los poderosos gobiernos, con su reconocida voracidad fiscal, con sectores bancarios en crisis a los que se hallan estrechamente vinculados, con perspectivas de crecimiento nulas o casi, han decidido emprender la cacería de su último recurso habitual: el capital humano, alias, el contribuyente medio.
- Para ello están desplegando sus mecanismos represivos hasta límites nunca antes alcanzados:
Restringir el libre cambio de residencia a los contribuyentes, incluso cuando efectivamente se desplacen a otro país, excepto, claro está, para los “muy muy ricos” para quienes siempre hay soluciones o bien “son muy difíciles de perseguir” y nadie se ocupa de ellos. - Hacer prácticamente imposible la apertura de cuentas en el extranjero, incluso si son para negocios reales o intereses personales en un país determinado, e incluso restringir el número de cuentas que alguien pueda tener.
- Restringir al máximo la posibilidad de planificar internacionalmente la sucesión y la gestión patrimonial, haciendo dificultoso el uso de los tratados sobre doble imposición, mediante la presión diplomática sobre los países pequeños o mediante amenazas e injerencias sobre estos países.
- Mediante acuerdos de intercambio automático de información fiscal sin exigencia judicial, generalizándolo para cualquier ciudadano y convirtiéndolo en potencial sospechoso.
- Imponiendo indiscriminadamente la legislación sobre blanqueo de dinero a las empresas proveedoras de fideicomisos o de creación de sociedades.
- Obligando a los bancos a rellenar informes sobre transacciones sospechosas, cada vez por menores importes.
- Restringiendo y satanizando los pagos en efectivo.
- Sembrando el pánico en lejanos pequeños países con una excelente reputación bancaria, colapsando entidades con larga tradición en confidencialidad y banca privada, como ha pasado en Andorra, recientemente.
Por el contrario, estos grandes opresores sólo permitirán una o dos jurisdicciones controladas, donde alojar a los muy muy ricos, de forma discreta. Esto es necesario para evitar presiones e inestabilidades en los niveles altos de poder. Por supuesto estos lugares excepcionales deben hallarse lejos, a ser posible en culturas distintas y ser inaccesibles para los medianamente ricos que sólo aspiran a proteger sus patrimonios ganados a base de esfuerzo personal.
De modo que se ha iniciado el fin de los tiempos en que era relativamente fácil crear una estructura “offshore” con su cuenta bancaria en ultramar para diversificar el riesgo país, creciente a la vez que los oligopolios que gobiernan los países occidentales. Por supuesto, estos mega estados obligan al resto de países a adoptar todas las medidas antes descritas bajo amenaza de coacción y embargo internacional.
Así que… ¿cuáles son las características necesarias para la emergencia de esta nueva Suiza que pueda atraer a muy ricos y a menos ricos?
- Un régimen fiscal ventajoso con impuestos bajos o nulos para sociedades y personas físicas, con derecho a repatriación de beneficios 100% exenta.
- Secreto bancario garantizado sin intercambio automático de información con ningún país, desarrollado y bien capitalizado. Sin dependencia ni intereses fuera de la región, no coaccionables por los países occidentales. Que permitan interactuar las 24 horas mediante buenas conexiones de banda ancha, y permitan transacciones seguras de grandes capitales.
- Economía desarrollada con recursos disponibles y abundantes reservas de liquidez así como buenas perspectivas de crecimiento
- Divisa ligada al dólar que elimine el riesgo de divisa.
- Un régimen político conservador más allá de las frivolidades de la política occidental
- Un país sin inestabilidad social y baja tasa de crimen.
- Un país que incluya centros de negocios de nivel mundial y los más altos estándares de calidad de vida y acceso a la vida de lujo, sin aislamiento innecesario y bien comunicado con el resto del mundo, por ser un “hub” de comunicaciones.
- Un país con centros educativos de primer nivel mundial y con un sistema sanitario de calidad garantizada.
- Con una posición en el mundo a caballo de las zonas horarias de Oriente y Occidente que le permita beneficiarse de esta posición para transacciones financieras.
- Un clima cálido agradable y preferiblemente costero, junto al mar.
Y también muy importante: Un sistema político fuertemente liderado, capaz de tomar las decisiones que convengan sin tener que afrontar tediosos “debates políticos”.
Así que…¿Qué país reúne a la vez todas estas características?
Veredicto: Los Emiratos Árabes Unidos (UAE)
UAE y especialmente Dubái es prácticamente la única jurisdicción en la que actualmente se reúnen las características antes mencionadas tras el sometimiento de los tradicionales centros financieros de ultramar, incluyendo la caída de Suiza y Singapur. Es pues de prever un incremento de demanda de servicios de apertura de cuentas y sociedades en los países del Golfo, y puede que las dificultades aumenten ante el exceso de demanda.
También es posible que aumente la relocalización de personas físicas en estos países del Golfo, aunque no necesariamente para residir permanentemente ahí, pero sí como base permanente de negocios, la famosa tercera bandera de los PT’s, promovida por el Dr. W. G. Hill.
A pesar de los esfuerzos realizados por los países de alta tributación en evitar los movimientos de capitales, es probable que se sigan utilizando países – comodín como Chipre, Malta o Luxemburgo con una creciente tendencia que demuestra la creciente necesidad de recurrir a estructuras de protección del patrimonio y de planificación fiscal, gracias también al uso de Internet. En términos generales, es probable que continuemos asistiendo a un uso amplio de las populares sociedades de la UE en Chipre o Malta, cuyos regímenes son muy ventajosos y no son igualados por otros países de la comunidad, formando parte de estructuras más complejas y diversas, pero siempre muy sometidas a grandes controles anti blanqueo y diligencias debidas. Todo esto seguirá necesario para que los “muy ricos” radicados en UAE puedan seguir invirtiendo en la UE a través de sociedades holding (Chipre, Malta y Luxemburgo). Especialmente Chipre Y Malta serán muy usadas pero…..con el dinero extra bien almacenado y seguro fuera de la UE, y mayoritariamente en Dubái.
Así que las grandes cantidades de efectivo se guardarán fuera de la UE, a través de sociedades holding en Dubái, por ejemplo, conservando la confidencialidad y seguridad requeridas. De modo que cada vez va siendo más recomendable plantar una tercera bandera en los Emiratos Árabes, tanto para los muy ricos, como, también, para los “moderadamente ricos”.
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