En conversaciones tempranas este año con IMI (Investment Migration Insider, página web para la inversión migratoria), el Ministro de Asuntos Exteriores de Moldavia, Tudor Ulianovschi, indicó que el programa de ciudadanía por inversión recientemente abierto no interfiere con el objetivo de su país de unirse algún día a la UE, sino todo lo contrario, y que está contento de haber contado con socios del sector privado para ayudar a estructurar el programa. Puede encontrar una versión en inglés de este artículo aquí
«Esto ha sido, sin duda, un aspecto de sumo interés para ellos” respondió el Ministro Ulianovschi cuando el IMI preguntó a sus homólogos diplomáticos europeos cómo habían reaccionado ante la noticia de la apertura de un Programa de Ciudadanía por Inversión (CIP por sus siglas en inglés) por parte de su país.
«También es una cuestión de obligación, por nuestra parte, comunicarnos bien y proporcionar los detalles sobre el programa, asegurándonos de que nuestros socios de la UE sepan que estamos adoptando un enfoque responsable. No he notado ningún nivel de preocupación, pero sí de creciente interés».
Tanto el Parlamento Europeo como la Comisión han expresado su preocupación por los 27 programas de residencia y ciudadanía por inversión que han surgido en todo el continente en los últimos años.
Considerando el clima político, en lo que se refiere a la migración de inversiones, es natural preguntarse qué impacto tendrá la adopción de tales programas en las perspectivas de adhesión a la UE de países como Moldavia y Montenegro.
El doble objetivo de la adhesión a la UE y de los ingresos de la CI no es contradictorio, sino complementario.
El Ministro Ulianovschi presenta un argumento bien fundado para explicar por qué la introducción de un CIP acelerará el objetivo de su país de unirse un día a la UE.
Ulianovschi explicó que los funcionarios europeos habían instado a las autoridades moldavas a garantizar precisión en «todo el proceso», pero que no preveía ninguna complicación a este respecto, y que por el contrario esperaba el impulso económico que el programa da al país para fortalecer los lazos entre la UE y Moldavia.
Señalando que la ayuda financiera de la UE a Moldavia está, en cualquier caso, destinada principalmente a mejorar el nivel de desarrollo económico del país, cualquier elemento -como el MCBI- que sirva para el mismo propósito, acercará el día en que la incorporación moldava a la UE sea apropiada.
«Lo que la UE quiere es que Moldavia alcance un nivel de desarrollo similar al del resto de sus países miembros. A fin de cuentas, uno de los principales objetivos de la política exterior de Moldavia es la adhesión a la UE. Por lo tanto, tenemos que aumentar nuestro desarrollo económico y mejorar nuestra infraestructura para que la integración -una vez que llegue el momento- sea lo más fluida posible. Lo último que queremos es desviarnos de este camino, pero no creo que el MCBI entre en conflicto con eso, sino todo lo contrario», comentó el Ministro Ulianovschi.
Considerando el clima político, en lo que se refiere a la migración de inversiones, es natural preguntarse qué impacto tendrá la adopción de tales programas en las perspectivas de adhesión a la UE de países como Moldavia y Montenegro.
Retomar la ayuda del sector privado en el diseño y la implementación, es preferible a «aprender haciendo»
Dada la pregunta de cómo se compara el CIP de Moldavia con el previsto para Montenegro, el Ministro de Asuntos Exteriores indicó que el enfoque de asociación público-privada en el diseño y la implementación del programa le dio una ventaja sobre su primo balcánico, que optó por rechazar las ofertas de ayuda de empresas privadas.
«Sabemos que Montenegro también ha decidido adoptar un modelo similar y les deseamos lo mejor», dijo Ulianovschi. Al mismo tiempo, no olvidemos que en Moldavia el gobierno ha designado a un concesionario experimentado para que ayude a elaborar el programa, incluso asegurándose de que tengamos procedimientos de KYC/AML (Know your curstomer y Anti-money Laundering) de clase mundial […]. Creemos que esta solución es mejor que asumir toda la tarea y «aprender haciendo», porque en asuntos como estos, la preparación es extremadamente importante. Queremos que sea rápido y eficiente, pero también legal y correcto».
La ventaja competitiva de Moldavia: Acuerdos de libre comercio, geo-localización, crecimiento económico y vino
«La posición geográfica de la República de Moldavia es importante y representa una ventaja, ya que estamos en Europa y tenemos un acuerdo de asociación con la Unión Europea, lo que significa que tenemos acuerdos de libre comercio y sin visado con la UE», dijo Ulianovschi, añadiendo que su país también tiene acuerdos de libre comercio con Rusia/CEI y Turquía, y que su gobierno está negociando actualmente lo mismo con China.
Destacando el crecimiento cada vez más abierto y robusto de su país (la actividad económica se ha expandido a un ritmo de entre el cuatro y el seis por ciento en los últimos dos años), Ulianovschi sostiene que Moldavia proporciona una mejor plataforma desde la cual llevar a cabo negocios internacionales que las jurisdicciones competidoras en el Caribe y el Pacífico. Al preguntarle si los solicitantes de Rusia y de los países de la ICE (Iniciativa de Centro Europa), debido a sus similitudes históricas, lingüísticas y culturales con Moldavia, podrían optar por Moldavia en lugar de los programas basados en otros lugares, en igualdad de condiciones, el ministro reconoció que: «definitivamente hay algunas conexiones melancólicas, románticas e históricas». Aunque nuestro idioma nacional es el rumano, la mayoría de nuestra población también habla ruso, por lo que un ciudadano ruso se sentiría bastante cómodo en Moldavia.
El Ministro Ulianovschi también menciona como ventaja el simple hecho de que las necesidades de inversión de Moldavia son considerablemente inferiores a las de su principal competidor europeo.
Por último, Ulianovschi señala otro elemento crítico que da a su país una ventaja sobre la competencia.
«Por cierto, tenemos otra ventaja competitiva inmejorable, y lo digo con gran humildad y sin faltar el respeto a otros países: Tenemos un vino fantástico», dice Ulianovschi con una sonrisa lacónica. «Tenemos la bodega subterránea más larga del mundo. Y la segunda bodega subterránea más larga del mundo también está en Moldavia, sólo para asegurarnos de mantener el récord mundial Guinness».