Mundo Offshore republica un artículo de Im Daily, dada nuestra preocupación ante la nueva política de Europa, a través de la cual se intenta controlar la emisión de pasaportes y los programas de ciudadanía de algunos países insulares, y de países miembros de la misma UE. Aldous Huxley, en su libro “Un mundo feliz”, nos advirtió que esto pasaría ya en los tiempos de la segunda guerra mundial, al igual que George Orwell en su libro “1984.”
Las nuevas reglas están siendo dictadas por Europa, la cual está a su vez controlada por Alemania. Así es, controlada por el mismo país que tan solo setenta años atrás estuvo a punto de destruir el libre albedrío en el mundo entero, mediante la creación del régimen nazi.
Europa está plagada de lavado de dinero y crimen organizado (ej. Berlusconi), de terrorismo (como el caso de los terroristas sirios haciéndose pasar por refugiados), corrupción (obsérvense los escándalos protagonizados por el Vaticano y la Iglesia Católica), y de fascismo (es el caso de los ataques a manifestantes pacíficos independentistas de Cataluña). Ni que hablar del desempleo, la pobreza, los paupérrimos sistemas de salud y educación, y muchos otros problemas que sus altas tasas impositivas (60%-70%) no están ni cerca de resolver.
Entonces, ¿por qué Europa está tan preocupada por las pequeñas islas a kilómetros de distancia, que no hacen más que emitir pasaportes? ¿Por qué, Europa, junto con su Gran Hermano está dictaminando de qué manera estos pequeños países deben llevar a cabo sus programas de residencia?
¿Acaso no tiene Europa suficiente con sus propios problemas, como para fijarse en lo que hacen o dejan de hacer estas pequeñas islas con respecto a su política migratoria? De hecho, solo una pequeña cantidad de individuos (cerca de 10 000 al año) está tramitado nuevos pasaportes, en comparación con las millones de personas viviendo en Europa, y por si esto fuera poco, sus millones de inmigrantes. En otras palabras, pareciera que para Europa no hay diferencia entre las diez mil personas que se están yendo, y los millones de personas que están entrando.
La respuesta es muy simple. Si todos los intelectuales con dinero decidieran irse de Europa (la mayoría de los individuos con dinero son inteligentes), como Ayn Rand predijo en “La rebelión de Atlas”, solo quedarían los “fracasados y fallidos” (como Nietzsche los llamó) para gobernar el imperio comunista, más conocido como la Unión Europea.
Sin embargo, ya que los comunistas no hacen nada y no producen nada, debido al hecho de que todo lo que hacen es robar y esclavizar a su pueblo, Europa está condenada al colapso inminente. Y el proceso ya ha comenzado.
Europa está atacando a la libertad en sí, en otras palabras, a la libertad del ser humano de vivir donde quiere, de hacer lo que quiere, y de pagar los impuestos que quiere. Este ataque en contra de la soberanía de las naciones insulares es un ataque a la poca libertad que aún queda en el mundo. No lo dude, estimado lector, la política europea está más cerca del comunismo soviético o del fascismo nazi de lo que usted cree, y sus líderes intentan por todos los medios que sus ciudadanos estén tapados de impuestos, desempleados e infelices. Y, lamentablemente, están haciendo un muy buen trabajo.
La única salida posible, dadas las circunstancias, es conseguir un segundo pasaporte antes de que Europa se las arregle para detener todos los programas de ciudadanía por inversión, lo que podría ocurrir más rápido de lo que usted cree.
A continuación compartimos el artículo con las opiniones de Mundo Offshore en negrita intercaladas en el texto.
El parlamento europeo aboga por cancelar los programas de ciudadanía por inversión
Muchos de los legisladores europeos están demandando una “regulación” de los programas de ciudadanía por inversión entre los países miembros de la UE. Una vez más, los enemigos de los CIP (Citizenship by Investment Programme) se basan en el argumento ideológico de que ninguna ciudadanía debería otorgarse a cambio de contribuciones monetarias:
“En Internet se ven publicidades de yates, relojes, y resorts de lujo, y de la misma manera se ven las publicidades para obtener ciudadanía. Y esto no es solo en algunos estados. La ciudadanía debe ganarse con esfuerzo, mas no con dinero. Queremos propuestas claras, y no solo un reporte”, declaró el MEP Sven Giegold.
“Llamar a esto un asunto que compete a cada nación ya no es suficiente. Necesitamos leyes armónicas y más transparencia. Es necesario terminar con el doble discurso. Aquellos que vienen al país a trabajar son tratados como criminales, y los que vienen a poner su dinero son tratados como reyes”, declaró el MEP provocando el aplauso de sus pares. El representante del Partido Nacionalista de Malta declaró: “Yo vengo de un país en donde siempre se ha dado igual importancia tanto a las inversiones locales como a las extranjeras. Sin embargo, no debemos permitir que Europa se transforme en sede de la corrupción y del lavado de dinero. No debemos mirar hacia otro lado.”
La portuguesa socialista Ana Gomes, miembro activo en la cruzada en contra de los CIP, manifestó que los permisos de residencia deberían darse a los inmigrantes ilegales, y no a los ricos que pasan por un estricto proceso de investigación. También declaró que estos programas son un “mecanismo inmoral para facilitar la corrupción”, y propuso cancelar los programas de ciudadanía por inversión en el continente europeo.
Solo tres miembros, uno de Portugal y dos del Partido Laboral de Malta, se manifestaron a favor de las políticas de ciudadanía por inversión.
El representante del Partido Laborista de Malta y ex primer ministro del mismo país, el Dr. Alfred Sant, catalogó a las protestas contra los CIP de “clamores histéricos”, y agregó que el proceso de due dilligence es riguroso y que los programas son “herramientas legítimas”. Al mismo tiempo, la Comisión Europea anunció, durante el mismo debate parlamentario, que pronto estarían preparando un análisis de los programas de ciudadanía por inversión.
La comisionista europea Violeta Bulc anunció que la Comisión Europea publicará un reporte acerca de estos esquemas hacia finales del corriente año. También reconoció que las acciones de la Comisión en lo que concierne a los CIP son limitadas.
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