Hungría cuenta con un sistema financiero sólido y maduro. Desde finales de los 80, con la caída del comunismo, el sector bancario húngaro ha experimentado un gran desarrollo cuando comenzaron las grandes reformas, impulsadas por la privatización, la entrada de banca extranjera y reformas legislativas orientadas a la armonización con la normativa comunitaria.
Tal vez debido a su «guerra por la independencia financiera» o tal vez por alguna razón diferente, los reguladores bancarios en Hungría han pasado por alto muchos de los procedimientos que causan molestia en otros países para la apertura y la realización de operaciones en cuentas bancarias.
Obviamente, las empresas húngaras necesitan tener cuentas bancarias locales, pero esto no es problema, pudiendo ser abiertas en el acto. Asimismo, el sistema bancario húngaro es bueno para sus ciudadanos así como para las empresas extranjeras. No hay restricciones para la apertura de cuentas, siendo por ejemplo bienvenidos los ciudadanos de Estados Unidos, al igual que los rusos o los chinos, que suelen tener problemas para abrir cuentas en algunos otros países. Sin ir más lejos, en Budapest, el centro bancario del país, encontrará hasta banqueros rusos y chinos.
Para la apertura de cuentas de personas físicas, la mayoría de los bancos requieren un permiso de residencia válido y la tarjeta de dirección. Sin embargo, algunos bancos permiten a los extranjeros para abrir una cuenta con sólo la presentación de un pasaporte.
Normalmente se le cobrará una cuota por abrir la cuenta y también tendrá que pagar para obtener una tarjeta de crédito y por los servicios de administración de cuentas.
Tampoco hay restricciones de divisas en Hungría. Usted puede abrir cuentas en las principales divisas y podrá tener cuentas separadas por divisas, es decir, mantener su dinero en florines húngaros (HUF) y / o en otras monedas como euro o dólar estadounidense, así como en dólar canadiense, dólar australiano, libra esterlina o yen japonés. En definitiva, puede abrir su cuenta en cualquier moneda de curso legal internacionalmente.
Por su parte, la banca en línea funciona correctamente y está disponible en Inglés. Asimismo, puede encontrar personal en los bancos con los que conversar en varios idiomas, desde inglés, francés o alemán hasta ruso o chino.
Tampoco hay restricciones para la apertura de cuentas por parte de empresas extranjeras, incluyendo aquellas de las típicas jurisdicciones offshore como Belice, Nevis, Panamá, Islas Marshall, etc. Basta que se presente en la sucursal con los documentos de la sociedad en un estado decente. El único documento adicional que pueden pedirle es un extracto de registro.
Debe estar disponible físicamente una vez para iniciar el proceso de apertura en el banco. No hay unos requisitos mínimos para constituir un depósito, la mayoría de las entidades dicen que no hay una cantidad mínima, aunque uno puede encontrarse con alguno que le pida un monto de 10.000 euros o con otro que le pida que el depósito sea de seis meses a plazo fijo, pero por lo general no suelen darse tales requerimientos.
Lo más sorprendente es que los bancos húngaros no soliciten referencias bancarias. Aun moviendo cantidades significativas de dinero (de seis cifras) mediante transferencia bancaria a través de varios bancos húngaros, no se ha recibido ni una sola pregunta sobre el propósito de las transacciones, y mucho menos requerimientos de documentación. Eso sí, por supuesto se pide que rellene un formulario sobre la actividad bajo la que se constituye la sociedad, pero nada exigentes en comparación con la burocracia que se encuentra hoy en día en la mayoría de lugares.
Si pregunta sobre los depósitos en efectivo, hasta 100.000 euros al día pueden ser depositados sin problema y sin la necesidad de proporcionar documentación.
Éste es el caso de una experiencia vivida con varios bancos húngaros, no sólo uno. De hecho, hay bastantes bancos pequeños, bancos independientes, así como sucursales minoristas de bancos extranjeros, que curiosamente incluye a Bank of China.
La eficiencia bancaria húngara no es particularmente alta en comparación con la banca del resto de Europa o de la región de Europa central. La competencia podría ser el empujón importante para mejorar la eficiencia. Por otra parte, los márgenes de interés, sobre todo en los préstamos hipotecarios, son altos en comparación con otros países del resto del mundo. La resistencia a la baja y la reacción rezagada de los tipos de interés al por menor, respecto a los tipos del mercado monetario sugieren debilidad en su competitividad.
Por otro lado, como la mayoría de bancos europeos, los titulares de cuentas corporativas en Hungría quedarán sujetos al pago de comisiones como la de apertura de la cuenta, la de administración que por lo general se cobra al año o cada mes, la comisión por retiros en efectivo o la de cierre de la cuenta.
¿Qué le parece tener cuenta en Hungría? ¿Se plantea con esta lectura abrirse una cuenta en el corazón de Europa?
Por: Victoria Cruz
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