Chile un país en crecimiento

La economía chilena está en auge.

Con unas previsiones de crecimiento económico en torno al 5% y un superávit presupuestario del 1,7% del PIB, las cifras le acompañan. Además, es uno de los país más estable de América Latina.

Los impuestos en Chile son los más bajos de la OCDE con sólo el 17% del PIB. Los bajos impuestos muestran que su economía puede crecer, sin restricciones. Y de tal forma el gobierno puede mantener bajos tipos impositivas.

En medio de todo este crecimiento económico, las empresas necesitan trabajadores cualificados, y el mercado laboral local es escaso, por lo que se debe importar el talento. Y ello no supone un impedimento a la contratación de extranjeros cualificados, puesto que la ley de inmigración de Chile es sencilla y hay muy pocos obstáculos para la obtención de un permiso de trabajo.

Usted como empresario o inversionista, debe atender a las oportunidades. La riqueza en Chile va en aumento y la demanda global es cada vez más fuerte. Google o Coca Cola están realizando fuertes inversiones en el país, aumentan las oficinas y las sucursales de compañías extranjeras. Las facilidades de acceso y establecimiento para los extranjeros supone un complemento que permite que Usted ponga en funcionamiento una empresa aquí y contrate a trabajadores extranjeros fácilmente.

Pero la oferta de productos de muy alta calidad y servicios es muy limitada. Por ejemplo, hay dificultades en el acceso a una educación privada de alto nivel porque la oferta es escasa y hay lista de espera y además las tasas de matrícula se han disparado.

El atractivo mercado de lujo está creciendo a un 30% este año. Las ventas de Ferrari se han cuadruplicado en los últimos años. Los restaurantes de primera calidad reciben reservas con días de antelación.

Esto es sólo la punta del iceberg. Hay un crecimiento mucho mayor por venir a Chile, y esto significa que hay todavía espacio para los extranjeros que quieran establecerse, ofrecer sus habilidades y talento, y hacer una fortuna en esta economía en auge.

 ¿Qué hay que saber sobre sus fondos soberanos?

Paradojas de la abundancia, muchos países de América Latina tienen ahora reservas y se enfrentan al reto de gestionar esta bonanza de materia prima. Sus inversiones y exportaciones siguen muy concentradas en estos rubros de baja intensidad en valor añadido y empleo. De ahí que se planteen cómo aprovechar mejor esta abundancia para dar un salto productivo y diversificar sus economías. Los fondos soberanos pueden ser vehículos estratégicos para ello.

Eso es algo que Chile llevó a cabo de manera magistral. Dotó de dos fondos soberanos con rigurosas reglas y enmarcados en una ley de responsabilidad fiscal estricta, lo que lo ha enmarcado como una referencia mundial. Una de sus reglas obliga a volcar el 0,5% del PIB del superávit del año anterior al Fondo de Reserva de Pensiones; el siguiente 0,5% del PIB del superávit para capitalizar el banco central, y lo que se genere de superávit por encima de ese monto va al segundo fondo soberano, el Fondo de Estabilización Económica y Social.

Los chilenos se dotaron así de marcos regulatorios e institucionales muy rigurosos, pero también del capital humano adecuado. Sea el Gobierno anterior o el actual, estamos hablando de profesionales y economistas de gran valor, doctores en Economía, con largas y prestigiosas trayectorias académicas, en particular en Estados Unidos.

Los fondos chilenos no son fondos estratégicos, no tienen vocación de impulsar desarrollo y diversificación empresarial. Dentro de los emergentes, algunos países como los Emiratos Árabes, Singapur o Malasia se dotaron sin embargo con esa vocación. Y uno puede imaginar que Chile se acabe dotando de un (tercer) fondo soberano para destinar los superávits fiscales a un fondo estratégico. Éste solo se activaría si los primeros destinos están cumplidos, es decir, a partir de un nivel de superávit fiscal importante.

El fondo estratégico podría luego operar como un fondo de fondos, acelerando diversificación productiva hacia sectores tecnológicos o incluso proveedores industriales de la industria minera, por ejemplo.

Es, de hecho, llamativo que, a pesar de ser el primer productor y exportador de cobre del mundo, Chile no tiene ninguna multinacional de escala global como proveedor de vehículos, excavadoras o explosivos para este sector. Todas son extranjeras, generan empleo a gran escala y tienen un fuerte valor añadido.

Desde que Chile nacionalizó la minería del cobre, con minera Codelco, el primer productor de cobre del mundo, los beneficios y dividendos de la producción de cobre van destinados a beneficiar al Estado. Debido a la posición dominante de cobre como principal producto de exportación de Chile, la economía del país sigue un ciclo que varía con el precio del cobre en el mercado mundial.

Los buenos tiempos de hace unos años junto con los precios del cobre muy altos produjeron grandes excedentes para el gobierno chileno. Pero por suerte ellos sabiamente ahorraron.

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